Alerta “Zeferino Ladrillero” de la tendencia a criminalizar a los defensores del agua, la tierra, el acceso a la justicia y a la libertad de expresión en México

  • El ataque a los defensores de los derechos humanos va acompañada de acciones de hostigamiento y persecución en contra de sus familiares.
  • Aquellas personas que se enfrentan a la política de megaproyectos,  sufren de una fuerte deslegitimación, estigmatizándolas como enemigas del desarrollo.
  • Llamó a que al Estado mexicano garantice un ambiente propicio y seguro para las personas defensoras de los derechos humanos.

El Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero” alertó sobre la criminalización y los ataques sistemáticos en contra de los defensores del agua, la tierra, el acceso a la justicia, medio ambiente sano, el acceso a una vivienda digna, la libertad de expresión y de todos aquellos que denuncien y combatan la violencia contra las mujeres en todas sus formas, o que exijan una educación de calidad. 

José Antonio Lara Duque, coordinación de esta asociación civil, aseguró que el ataque a los defensores de los derechos humanos va acompañada de acciones de hostigamiento y persecución en contra de sus familiares que desafortunadamente continúan viviendo la realidad de la desaparición forzada, como uno de los fenómenos más dramáticos que vive México.

Criticó la tendencia de los gobiernos, tanto federal, como estatales –particularmente en la entidad mexiquense— donde aquellas personas que se enfrentan a la política de megaproyectos, que juntan intereses políticos y económicos,  sufren de una fuerte deslegitimación, estigmatizando a las personas defensoras como enemigas del desarrollo.

El abogado Lara Duque aseguró que los pueblos originarios no están en contra del desarrollo, sino que piden que antes de iniciar estos proyectos sean tomados en cuenta, a través de mecanismos de consulta, antes de emprender proyectos económicos que afecten sus territorios.

Sin embargo, puntualizó que estas consultas deben ser verdaderamente previas, libres, informadas y culturalmente adecuadas. 

Hizo un llamado al Estado mexicano para garantizar un ambiente propicio y seguro para las personas defensoras, toda vez –lamentó—que este tipo de expresiones “suelen ser mensajes repetidos cotidianamente por la autoridades de todos los niveles, pero en los hechos no se cumple con esta premisa.

Por ello, pidió trabajar, sociedad y gobierno, para contrarrestar la vieja pero todavía muy fuerte tendencia de estigmatizar y desprestigiar quienes ejercen la labor de defensa, quienes critican los poderes políticos y económicos. 

Antonio Lara reconoció que existen algunos avances pero las personas que defienden los derechos humanos se enfrentan frecuentemente a obstáculos, descalificaciones, amenazas, agresiones y criminalización. 

Exigimos que todos los mexicanos tengamos acceso a la justicia, transparencia, legalidad y debido proceso ya que el cumplimiento irrestricto de estos principios nos hacen vislumbrar el camino hacia un pleno Estado de Derecho.

Sin embargo, concluyó, esa función crítica frecuentemente afecta poderosos intereses instalados e implica un alto riesgo para quienes denuncian violaciones a os derechos humanos, abusos de autoridad o corrupción.