El fin de semana pasado se registró como candidata a la gubernatura, la ex aspirante presidencial, Josefina Vázquez Mota con lo cual pareciera cerrarse la boleta electoral de las principales fuerzas políticas mexiquenses; en el PAN, Josefina, en el PRI, Alfredo, en MORENA, Delfina, en el PRD… y así sucesivamente.Pero una de las principales interrogantes que tienen incluso los mismos panistas es, ¿a qué viene Josefina Vázquez Mota al Estado de México? A ganar o a perder. Y es que cuando se mencionó su nombre para la contienda estatal, luego luego, surgió la denuncia de los recursos recibidos por su Fundación pro migrantes de parte del gobierno federal, alrededor de 900 millones de pesos anuales.
Lo curioso es que en el periodo de indecisión de ser o no la candidata para el Estado de México, las malas lenguas y chismosos afirman que dichos recursos para su fundación se han triplicado por parte del gobierno federal, quizá por la embestida de Donald Trump a nuestros paisanos mexicanos en EU, quizá no.
Por eso es que la duda crece, Josefina viene a ganar? Luego de que exigió que el partido azul le garantizara la unidad interna para poder participar o viene a perder para poder seguir haciendo su labor como defensora de los migrantes.
De acuerdo a algunos análisis políticos, al gobierno federal de Enrique Peña Nieto le conviene más que la contienda se quede entre el PRI y el PAN sin dar paso a un crecimiento desmedido de MORENA, esto también le conviene a Margarita Zavala y Ricardo Anaya del PAN; para el gobierno estatal, dicen los números la contienda sería mejor si quedara entre el PRI y un candidato independiente, mientras que el resto se muestre competitivo en índices menores; finalmente a muchas fuerzas les conviene una elección a cuatro cuartos donde el PRI, el PAN, MORENA y el PRD tengan alrededor de un 25 por ciento del pastel, dado que eso daría un piso parejo para todos rumbo al 2018.
PARA EL LIBRO DE MORENA… Aunque es muy probable que no lo acepten, ni MORENA ni el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador piensan en ganar la contienda del Estado de México, pues eso en lugar de favorecer su carrera presidencial hacia el 2018 solo la complicaría y disminuiría las preferencias electorales en el país, pues al gobernar uno de los estados más complejos, de alta exigencia de resultados, la gente se daría cuenta que MORENA no sabe gobernar ni solucionar los esquemas más básicos.
Hay quien piensa que MORENA podría dedicarse el primer año de gobierno a escudriñar en los manejos realizados por el Grupo Atlacomulco durante las últimas dos décadas y con ello convencer a la población de apoyar al tabasqueño, pero la gente ya no esta tan habida de circo y espectáculo, quiere resultados en el combate a la delincuencia, a la pobreza y a la falta de oportunidades de desarrollo. Cosas que no puede ofrecer MORENA en el primer año, y posiblemente ni en el primer sexenio.
Para todos aquellos defensores de MORENA la pregunta es sencilla, si Andrés Manuel tiene tanta presencia, tanta preferencia electoral en el país, ¿por qué no ha ganado ninguna gubernatura?, simplemente el año pasado hubo elección en 12 entidades y ninguna se pintó de MORENA, todas las perdieron o ¿las negociaron?.
PARA EL CUADERNO DE AJEDREZ… Ya para muchos está clara la intención de la ex secretaria del PRD, Ana Yuridxi Leyva Piñón, al renunciar, pues con ello se ejerce presión al grupo hegemónico del sol azteca –ADN- para darle aire para respirar más tranquilo al precandidato Javier Salinas Narváez.
Y es que Ana Yuridxi se ha convertido en una pieza clave del ajedrez político de la izquierda mexiquense que puede ser alfil, torre, caballo o reina en la siguiente jugada del diputado local, Javier Salinas, quien ya está tendiendo lazos con otras fuerzas políticas y la ex secretaria pudiera bien ser su embajadora ante los nuevos escenarios.
Recientemente, en una entrevista, Salinas Narváez aseguró que de llegar a ser el candidato del PRD a la gubernatura buscará sumar fuerzas con sus aliados del PT, e incluso jalar a grupos que se han ido a otras expresiones políticas como MORENA, la pregunta es sin duda qué hará con esas relaciones de no llegar a ser el candidato de las izquierdas.