Por Julio Requena
A nivel nacional, algunos sectores han empezado a preocuparse por la seguridad de los aspirantes a los cargos de elección popular dado algunos actos violentos en contra de políticos en varios estados del país como Oaxaca, Guerrero o Chiapas y el más reciente en contra de la defensora de derechos humanos, Samantha Fonseca en la Ciudad de México, quien había sido ex candidata al senado por MORENA.
Pero curiosamente han sido algunas organizaciones sociales ligadas a la derecha quienes están haciendo alarde de que la violencia pueda desatarse en el ambiente electoral, lo que pudiera significar un último pataleo al ver perdida la contienda nacional, donde todas las encuestas dan amplia ventaja a la doctora Claudia Sheinbaum y la otra aspirante se apunta muy por debajo de lo esperado.
Como se recordara, en el Estado de México desde mucho antes del día de la votación, las encuestas dieron como ganadora a la maestra Delfina Gómez Álvarez quien hoy es gobernadora y pese a que sus adversarios del PRI-PAN-PRD quisieron revertir los dichos nunca pudieron encontrar una encuestadora que se animara a poner por delante a la candidata priísta que perdió y eso mismo pudiera pasar en este 2024.
Es decir que cuando la oposición quiera reaccionar será demasiado tarde. Las encuestas son una bola de nieve que va creciendo y cada día salen más encuestas que favorecen a la doctora Claudia Sheinbaum, mientras que los panistas y priístas pierden el tiempo peleando entre ellos e incluso confirmando que hay desunión en algunos estados como Coahuila y Michoacán, por mencionar algunos.
Ante el escenario de derrota, queda claro que quienes tienen más intenciones de violentar la contienda son los actores de la oposición al verse perdidos. Seamos claros, a MORENA le interesa mucho la campaña presidencial, las diputaciones federales y las senadurías; y aunque le interesa que la transformación llegue a cada rincón del país y hasta el último municipio, no dejará que la violencia llegue a las urnas.
Dicho todo esto, creo que para todos es claro que el caso del Estado de México se cuece aparte, dado que lleva muchas elecciones gozando de tranquilidad y paz, así como también su cercanía con la capital del país ha evitado que fenómenos “raros” contaminen la participación ciudadana y los recorridos de los aspirantes. Los mexiquenses no hemos enfrentado mayores amenazas para emitir nuestro voto y por el contrario en algunos municipios se ha tenido hasta 12 ofertas políticas para elegir.
En esta ocasión se espera que los ciudadanos tengan en general 3 opciones: la alianza de MORENA y sus aliados, la alianza del PRI con sus aliados y algunos espontáneos que se animen a participar por MC, pero de ninguna manera se espera al invitado indeseable de la violencia.