Antonio Zacarías
Compañeros maestros, sin lugar a dudas este año ha sido muy difícil para todos los mexicanos. Ustedes, nosotros, que trabajamos con niños, jóvenes y padre de familia somos testigos directos de las calamidades que vive la gente.
Este año, la crisis económica que vive México ha hecho que más familias sean víctimas del hambre, organismos oficiales como la ONU estiman que en México hay 41.5 millones de personas malnutridas y 9 millones que ni siquiera pueden llevarse un pedazo de pan a la boca, y no podía ser de otra forma si la canasta básica cuesta para una familia de 5 personas asciende a 9 mil pesos mensuales, mientras que el salario mensual de un trabajador apenas alcanza 6,223 pesos, mientras esto siga sucediendo, nuestros niños y jóvenes no solo llegarán a las aulas con los estómagos vacíos, también llegarán preocupados porque, tal vez, mañana, ya no puedan regresar a la escuela.
Sin lugar a dudas, este ha sido un año muy violento y en las escuelas cada vez es más frecuente que sucedan agresiones en los salones, maestros golpeados o amenazados; violencia y venta de drogas afuera de las escuelas, son pues, males que suceden ordinariamente. A estos hechos habrá que sumarle que nuestras comunidades escolares son víctimas de asaltos con violencia en el transporte público, además, todos somos testigos de escenas escalofriantes en las que se observa a muchos mexicanos que pierden la vida a causa de la delincuencia organizada, así pues, el sexenio de López Obrador se perfila como el más violento, hasta el momento han perdido la vida más de 170 mil mexicanos, la política de abrazos y no balazos ha sido un fiasco.
A estos terribles hechos se le suma la catástrofe que trajo consigo el huracán Otis que dejó tras de sí una estela de muerte y desesperación para decena de miles de guerrerenses, más de 800 mil acapulqueños quedaron en la total indefensión, pues perdieron todo su patrimoni, incluso hubo muchos días que no tuvieron que comer, y una vez más, el gobierno de AMLO se mostró incapaz para atender la catástrofe y, una vez más, fue el pueblo mexicano el que ayudó a sus hermanos de Guerrero y en esto, los antorchistas, ustedes maestros, ayudaron mucho, pues tan solo gracias a la recolección de víveres se pudieron instalar comedores comunitarios para los damnificados.
Y que decir de los problemas que afectan directamente al magisterio, en nuestra escuelas las cosas no cambian sustancialmente, siguen haciendo falta aulas, computadoras, laboratorios, arco techos, etc., y más importante aún, falta que muchos de nuestros compañeros maestros sean basificados, pues llevan años ocupando una plaza eventual que no solo les genera la incertidumbre de no saber si serán contratados nuevamente, además, los priva de las prestaciones que todo trabajador de la educación merece y otros más una plaza que les de seguridad laboral, por supuesto, sigue siendo urgente que el magisterio tenga un salario digno, de acuerdo con la secretaría del trabajo son los maestros los profesionistas con el peor salario.
En el mundo las cosas no son distintas, el genocidio que comete Israel contra el pueblo palestino es un signo más del horror de nuestros tiempos, todos debemos decirle no a la guerra y alto al genocidio que ha dejado miles de muertos, hasta el momento 14,100 muertes, entre los que se cuentan 5,800 niños, y 4,000 mujeres. El capitalismo tiene las manos chorreando sangre de inocentes.
Ante este panorama tan grave ustedes, maestros, son importantísimos, pues, en cada aula, en cada una de sus clases, en cada reunión con los padres de familia, tienen la oportunidad no solo de transmitir todos los conocimientos que ustedes tienen, además, tienen la posibilidad de hacer conciencia en las comunidades escolares de la urgencia de la necesidad de cambiar esta terrible realidad.
Compañeros, no queda otro camino que organizarnos y luchar, pero no solo nosotros como magisterio, debemos hacerlo con el pueblo, porque es el pueblo el que como el gigante que es, tiene en sus manos la posibilidad de cambiarlo todo, por eso, ustedes, maestras y maestros con el cariño que profesan a los niños y jóvenes, ustedes maestras y maestros con la dedicación con la que atienden a sus estudiantes; ustedes maestras y maestros están contribuyendo decididamente a formar a los hombres y mujeres nuevos con los que vamos a cambiar México. En cada aula en cada escuela ustedes tienen en sus manos el futuro de nuestros pueblo, seguros estamos de que con su incansable labor estamos labrando el futuro que todos nos merecemos.
Adelante maestros, continúen con esta excelente labor que hacen y no olviden nunca que ustedes como apóstoles de la educación son pilar fundamental en la consecución de una patria más digna, más justa y más equitativa para todos.
¡Muchas gracias compañeros maestros!
¡Muchas gracias a todos por su excelente labor!
Tengan todos ustedes en compañía de sus familias felices fiestas y que el próximo año esté lleno de esperanzas para ustedes y para todos.
Antorcha Magisterial les desea lo mejor, felicidades.