• Ofrece este municipio la oportunidad de realizar turismo religioso y cultural.
• Destacan las casas afrancesadas, la Parroquia de Santiago Apóstol y el gran fresno, entre otros sitios.
Ayapango, Estado de México.- Uno de los 27 Pueblos con Encanto que posee riqueza cultural, histórica, artesanal y gastronómica es Ayapango, destino que es imperdible al visitar el Estado de México.
Su nombre, de raíz náhuatl, significa “lugar donde se juntan tres cañadas”, ya que en su territorio convergen tres pequeños ríos provenientes del volcán “Iztaccíhuatl”.
Ayapango se ubica en la zona oriente del Estado de México, a una hora 20 minutos de la Ciudad de México y a dos horas de Toluca. Se caracteriza por conservar una hermosa arquitectura, con casas de techos de dos aguas y patios centrales adornados con flores.
La agricultura y la ganadería son las actividades principales de la región, destaca de ambas la producción de lácteos, dos de las principales granjas de la zona son una excelente opción de compra y degustación de productos.
Las y los amantes del turismo religioso pueden recorrer y admirar la Parroquia de Santiago Apóstol, un templo católico plantado en forma de cruz latina y está asociado a lo que parecen ser los restos de un convento del cual queda la portería, hoy convertida en la puerta que da acceso a la casa cural.
Su atrio arbolado está circundado por la clásica muralla almenada, tan característica de los templos cristianos de los siglos XVI y XVII en México.
A una distancia de dos kilómetros hacia el sur del centro de Ayapango se encuentra el Convento Franciscano, vestigio de la arquitectura de la época colonial; este edificio conserva en su arco de entrada elementos decorativos del arte sacro.
En el centro del municipio se pueden admirar las casas que conservan un estilo francés, tanto en su arquitectura como en el material, estilo que se popularizó a finales del siglo XIX.
Se caracteriza por contar con paredes de gruesos adobes, techos de dos aguas, recubiertos con tejas planas de barro, que tienen tapancos de madera para guardar el maíz.
En estas casas también se pueden observar enormes patios interiores, además de que cada casa antigua de Ayapango cuenta con una placa con su nombre prehispánico.
Otro sitio es la Casa de Cultura Aquiauhtzin, construida en el siglo XIX, la cual llama la atención por su estructura con ventanales y detalles góticos que resaltan desde lejos.
Esta casa lleva por nombre “Aquiauhtzin Cuauhquiyahuacatzintli”, quien fue un noble oriundo de Ayapango y autor del canto “La enemiga”, entonado en el Palacio de Axayácatl, Emperador de Tenochtitlán.
Para la selfie del recuerdo el Gran Fresno es el indicado. Un árbol de más de 500 años de edad, de gran tamaño, que se levanta sobre las demás construcciones, con gran proyección.
Fue utilizado para colgar prisioneros aprehendidos durante los enfrentamientos por las tropas zapatistas y federales en la Revolución mexicana.