Por Julio Requena
Se han roto paradigmas tradicionales para el mes de enero, por ejemplo, la cuesta de enero fue remplazada por los diálogos sobre la gasolina, donde algunos cuantos siguen insistiendo sobre el desabasto de la misma, mientras que el resto le ha otorgado un voto de confianza al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien no solo goza de buena imagen sino que no ha perdido reputación.
Anteriores presidentes de la República ante los ‘gasolinazos’ de inmediato sufrieron los embates sociales, la caída en sus preferencias, una pésima evaluación y de inmediato recurrieron a la cobertura mediática para tratar de aminorar los impactos de la crítica ciudadana. Sin embargo, hoy, la imagen de AMLO no ha caído sino que permanece en el 73 por ciento de aprobación de acuerdo algunos sondeos.
La lucha contra los huachicoleros ha generado más empatía de la que los opositores al régimen esperaban, y trataban de compararlo con la “Guerra de Calderón” donde la gente se quejaba de las muertes, los desaparecidos y las agresiones de los militares en diversas regiones, sin embargo, actualmente la molestía de la gente es hacia los críticos, y vuelven a insistir con una frase contundente “DEJENLO TRABAJAR”.
Es el primer año que la gasolina no ha subido, se mantiene en el centro del país mientras que en la frontera ha bajado hasta 13 pesos la magna y 14 la Premium, en algunas entidades como Puebla ha bajado a 17 pesos, y hay otro fenómeno que la gente está haciendo de manera natural: consumir los productos cerca de su casa, lo cual beneficia al comercio local y evita los grandes desplazamientos. Nadie puede negar que alrededor de las gasolineras ha crecido el comercio informal y también formal.
Nos hemos visto obligados a repensar el uso del automóvil para lo verdaderamente necesario, caminamos más, usamos el transporte público y se han iniciado debates para renunciar al uso del carro un día o dos a la semana. En la Ciudad de México, se ha propuesto la carga escalonada de vehículos mediante el color de su calcomanía o terminación de su placa.
Los índices de contaminación han bajado en la capital del país y en el Valle de México, un tanto menos en el Valle de Toluca, pero si hay datos.
El pueblo se da ánimos, con la frase “RESISTE” ya falta menos, el abasto se regularizará aunque sigue el jaloneo entre el gobierno federal y los huachicoleros por los ductos. México tiene mucho que reflexionar y mucho por vivir, son nuevos tiempos sin duda.