Por Julio Requena
Dicen que en los momentos más críticos se toman las decisiones más acertadas o las más equivocadas y este es el caso tal vez de PENA Partido Estatal Nueva Alianza, quien ha solicitado a la autoridad electoral su registro como partido político estatal luego de haberlo perdido en las pasadas elecciones al apoyar al candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade y haber participado por separado en la contienda del Estado de México.
Y es que a pocos convence que Nueva Alianza no haya obtenido los votos necesarios para obtener la representación legislativa, es decir, por lo menos un diputado, ahora logré su registro como partido político estatal, en un claro mensaje de que el PRI está reviviendo a sus aliados muertos para poder hacer frente a las nuevas mayorías representadas por MORENA y sus aliados.
De acuerdo a la versión emitida por el Instituto Electoral, si un partido político nacional pierde su registro con este carácter, pero en la última elección de Diputados y Ayuntamientos del Estado, obtuvo por lo menos el 3% de la votación válida emitida y postuló candidatos propios en al menos la mitad de los Municipios y Distritos, puede optar por el registro como partido político local. Sin embargo, en anteriores elecciones el porcentaje que se ha tomado es el de la contienda distrital y muchos partidos han desaparecido por no alcanzar el 3 por ciento.
Entonces cómo es que Nueva Alianza recuperó su registro. Fácil, a la autoridad electoral se le ocurrió que con base en una laguna jurídica también se puede tomar en cuenta la votación lograda en la contienda municipal. Así, Nueva Alianza solicitó su registro como partido político local al obtener en la última elección de Ayuntamientos el 3.34% de la votación válida emitida.
Es curioso que esté mismo argumento no le haya servido para lograr un escaño en el Poder Legislativo y meses después le merezca su registro en el Estado de México, para seguir vivo y operando en contra de MORENA. Justo ahora que MORENA ha decidido ejercer a plenitud su mayoría, dándole marcha atrás a la Ley del ISSEMYM, a la obligatoriedad de los nuevos ayuntamientos a pagar los adeudos y posiblemente, revierta el endeudamiento autorizado en meses pasado al gobierno estatal.
Es cierto, que Nueva Alianza, también presentó los requisitos establecidos en los “Lineamientos para el ejercicio del derecho que tienen los Otrora Partidos Políticos Nacionales para optar por el registro como Partido Político Local establecido en el artículo 95, párrafo 5 de la Ley General de Partidos Políticos”, sin embargo, al no obtener el porcentaje del 3 por ciento, su registro más pareciera un favor político que un logro de la organización.
Está por demás decir que, con este favor, Nueva Alianza obtendrá prerrogativas locales, es decir, dinero de los mexiquenses para poder operar y realizar actividades políticas sin haber dejado en claro el merecimiento del registro. Al partido turquesa le quedan dos opciones:
1.- Empezar a pagar el favor obtenido atacando a MORENA, combatiendo las acciones del nuevo gobierno federal y de los morenistas mexiquenses, entre ellos los legisladores, alcaldes y dirigentes.
2.- Atacar al PRI-gobierno en la entidad, con críticas constructivas y demostrar que realmente ese registro no es un favor político.
¿Usted cuál cree que sea el camino que tome el partido turquesa estimado lector? Quizá ni ellos mismos lo sepan, pues están a punto de recibir otra sacudida en el mes de enero, cuando la coyuntura lleve al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a realizar su elección nacional con el voto directo, secreto y universal de todos sus agremiados.
Claro que hay reticencias para aceptar la posibilidad de una votación directa y un nuevo cambio de timón en el magisterio federalizado, pero esas reticencias son las mismas que nunca pensaron en la salida de Juan Díaz de la Torre del SNTE y prefieren hablar de un pacto o acuerdo que se realizó de manera tranquila al interior, cuando muchos de los dirigentes seccionales se quedaron petrificados al acudir a la sesión donde dicho personaje presentó su licencia definitiva, pues no se enteraron hasta ese momento.
Hay quien prefiere auto-engañarse y decir que no está pasando nada, pero si no hubiera pasado nada Juan Díaz de la Torre todavía seguiría, pues nadie renuncia voluntariamente al poder.