Por Julio Requena
Decía un amigo y decía bien, el mejor gobierno es el que no se ve. Y es que cuando las cosas funcionan bien, se ven bien o no hay problemas que se vivan a cada rato, los ciudadanos no perciben un mal gobierno. Cuando una persona pasa todos los días por una calle llena de baches, de inmediato le viene a la mente el mal gobierno, el que se roba el dinero y no hace nada. Cuando falta agua, o cuando no se tienen los servicios básicos lo primero que decimos es el mal gobierno.
Cuando la seguridad empeora maldecimos al gobierno en turno y si se puede a todos los gobiernos del país, al municipal, al estatal y al federal. Curiosamente, cuando la situación mejora, cuando hay servicios básicos en nuestra colonia, barrio, o comunidad, no nos ponemos agradecer ni valoramos el trabajo de una u otra administración.
Cuando ya no hay baches o mejora la seguridad porque disminuyen los asaltos o robos, posiblemente ya no pensamos en el gobierno, se lo adjudicamos a la suerte, a Dios, a miles de cosas, como que ya hay más luz, o que los sujetos que se dedicaban a robar se fueron o que ya les toca a otros y no a nosotros. Es decir, al gobierno se le adjudica todo lo malo y lo bueno, no. Pero está bien.
Cuando la circulación de las calles es fluida, nadie se estaciona en doble fila y los servicios son buenos nunca pensamos en el gobierno y en sí, esa es la parte fundamental de un gobierno. Que las cosas estén bien para disfrute de la gente y no para que se le reconozca a una persona o político en particular. Simplemente, vivir bien.
Es cierto, que hay muchas cosas todavía por hacer, porque un cambio de gobierno no resuelve las cosas de golpe, no hay suficiente presupuesto ni se puede cambiar por decreto todas las deficiencias, pero hay personas que se enfocan a lo bueno que ha pasado en esos meses sin darle crédito al gobierno en turno.
Simplemente se trata de vivir mejor y olvidarse del mal gobierno. En un municipio, por ejemplo, siempre habrá dos grupos los que disfrutan de vivir y los que se quejan. Tarea del gobierno es que haya más de los primeros que de los segundos. Aunque siempre habrá quien piense que es obligación del gobierno trabajar, hacer las cosas, dar seguridad, dotar de servicios y demás, sin duda hay que reconocer que no todo se puede de un mes a otro.
Después viene también la reflexión política donde hay comunidades en las cuales se les ha invertido mucho y al final, no les importa, votan libre e incluso en contra del gobierno que les pavimentó más, que les puso más seguridad, que introdujo el agua potable o el drenaje o bien, que inauguró un centro de salud. Pues la gente tiene razón, los beneficios son obligatorios y las quejas contra el mal gobierno también.
Aprovecho esta plática para destacar que hay detalles que han gustado entre la población, como son la imagen urbana en el centro del municipio de Toluca, donde con unas pocas sombrillas de colores sobre el Andador a un lado de los Portales ha generado miles de fotos en redes sociales de personas orgullosas de ser toluqueños, o de haber visitado Toluca.
Algunos dirán que fue un golpe de suerte. Ojalá haya más golpes de suerte. Primero Festiva 2019, luego este simple detalle que sigue gustando y que incluso ha tratado de ser imitado en otros municipios sin el mismo éxito, pues usted no está para saberlo ni yo para contarlo pero en Tejupilco trataron de hacer lo mismo con sombrillas tricolor (Verde, Blanco y Rojo) y no pegaron, ni se han vuelto icónicas en las fotos para las redes sociales más populares.
A DETALLE… El pasado primero de mayo se pusieron a prueba varios de los liderazgos magisteriales y para algunos la evaluación es muy buena, mientras que para otros ya se le está hundiendo el barco.
Primero, en el sindicato estatal -SMSEM- se logró unificar a todos los ex dirigentes o secretarios generales donde resaltó que a un lado del dirigente actual, estuviera a su diestra la maestra Trinidad Franco Arpero, y a su izquierda el ex líder, Abraham Sarone Campos y el ex alcalde toluqueño. Durante una marcha de cuatro cuadras en el centro histórico mostraron la unidad.
Mientras que al SNTE se le hizo bolas el engrudo y tuvieron que contener la manifestación en contra por las crecientes corrientes opositoras al interior, como son la CNTE, Redes Sociales Progresistas y Maestros por México. No se sabe si la sección 36 o la sección 17 fue la más repudiada, pero como anfitriones los del valle de Toluca debieron cuidar todos estos aspectos, que se les fueron de las manos.