Por Julio Requena
De repente nos parece que el gobierno aplica la frase de “que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda” en el caso de las mujeres desalojadas en Ecatepec, precisamente en las oficinas de Derechos Humanos por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, cuando se supone que debe tener el control de todo lo que pasa en la entidad. No me imagino que la FGJEM tome a modo propio la determinación de un desalojo de esa dimensión y naturaleza sin comentar con el Ejecutivo y máxime a unos días de su tercer informe de gobierno.
Es cierto que, algunos grupos de protesta han hecho de la toma de instalaciones una forma de presión social y de ser vistas, y aunque las acciones de dichas tomas han sido violentas el desalojo de manifestantes siempre tiene que ser un tema cuidado por el estado. No se trataba de capturar delincuentes, pertrechados en un inmueble o de combate a grandes grupos delincuenciales, era un tema sensible en un espacio de derechos humanos.
Este tema evidencia dos cosas por parte de la FGJEM, la falta del área de inteligencia y segundo, la falta de negociadores en un caso de instalaciones públicas, pero sobre todo, pone en duda la verdadera comunicación con el Ejecutivo en la mayoría de los casos de atención a riesgos potenciales tanto en materia de seguridad como de gobernaza.
Finalmente el tema evidencia que el titular de la FGJEM tiene cierta autonomía, quizá reforzada por su participación en el anterior sexenio, dado que recordemos no hubo un cambio de personas en esa posición, sino simplemente un cambio de procurador a fiscal y se le han puesto en sus manos muchos asuntos transexenales.
Ahora bien, el mandatario mexiquense llega a su tercer informe con mucho menos que informar que el año pasado pese a que por temporalidad debería de haber avances más significativos en materia de seguridad. Recordaran muchos ciudadanos que una de las promesas de campaña de Alfredo del Mazo era la captura de delincuentes y subirlos a vehículos de captura, sin embargo, no se han podido bajar los números de asaltos en el transporte público de pasajeros e incluso en este año se tuvo el notorio caso de asalto frustrado por civiles en una combi.
La pregunta obligada de este Tercer Informe de Gobierno es si ¿realmente se están cumpliendo las metas en materia de seguridad o navegamos a la deriva? Porque aunque el gran escudo de esta administración sea la famosa Tarjeta Rosa o Salario Rosa, eso no tiene nada que ver con la seguridad, la salud, la educación y otros temas que los mexiquenses depositaron en el presente gobierno.
En sí, estamos a la mitad del sexenio de Alfredo del Mazo y se esperaría que por lo menos ya se hubieran cumplido la mitad de las promesas de campaña o los proyectos que se tenían para sacar adelante a la entidad, pues la espera de tres años sin resultados sin duda podría ser reflejo de lo que pasará en el 2021.
PARA EL CUADERNO DE TAREAS… El que de plano se voló la barda en cinismo fue el presidente municipal de Zinacantepec, Gerardo Nava pues en el evento de inauguración de la tradicional Feria del Marisco tiró la toalla y aceptó que este año no se cumplirán las expectativas ni proyectos que se tenían para el 2020, dado que la pandemia no le permitió hacer nada.
Así de fácil, así de sencillo, como hubo pandemia de COVID19 no se pudo, no se pudo y no se pudo, pero bien que los salarios de la burocracia municipal no se detuvieron ni los negocios ni nada donde hubiera ganancia se paró; pero todo lo que pudo ser beneficio para el pueblo, “no se pudo”.
Ojala que MORENA y el PT también le digan a este munícipe cuando busque la reelección que “no se pudo” y busquen a un ciudadano diferente para postularlo a la presidencia de Zinacantepec y a la diputación, porque los malos resultados y las malas experiencias es mejor no repetirlas.