Por Julio Requena
Este sexenio ya pasó a la historia, aunque su final todavía se esté escribiendo. Y aunque no les guste a muchos, AMLO pasará a la historia como el presidente mexicano que enfrentó al COVID19 y que sea como sea salió adelante… Algunos hablarán de los muertos, de la tragedia del dolor, otros de la esperanza que se mantuvo encendida como vela en todos los hogares mexicanos, como las vigías en las ventanas, pero al final la comparación no podrá quedarse únicamente en el país, sino que irremediablemente se comparará con lo que han vivido España, Italia, China, y otros lugares de Latinoamérica.
No se puede adelantar si la cifra será menor o mayor, porque eso está en manos de la sociedad –primero- con su actuar responsable de quedarse en casa, pero también dependerá de la actuación de las autoridades en el punto más álgido de la pandemia, cuando toque tierra, cuando empiece a tocar a cada puerta de cada familia. Ojalá sean las menos. Hasta el cierre de esta columna van 50 muertos.
Algunos tratarán de comparar el sexenio de Andrés Manuel con el vivido en 2009 con la influenza y la actuación del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, pero en nada será comparable. El ex presidente panista será recordado siempre por su fallida lucha contra el narcotráfico, algunos más adelantan a decir que hubo acuerdos con los poderes facticos, pero sin pruebas es la misma historia mítica que saben todos, pero nadie puede probar.
AMLO será el mandatario que enfrentó el coronavirus y salió adelante, porque esta pandemia no durará todo el sexenio, sin embargo, luego vendrá la historia de los esfuerzos por reactivar la economía, tanto la global como la local, se hablará de la postergación de las elecciones durante el 2020, de la cual algunos saldrán beneficiados y otros tantos perjudicados, por la inversión política y social, que eso implica.
El inicio del sexenio de Andrés Manuel pintaba para escribirse como algo sencillo: el mandatario que duplicó los apoyos a los sectores vulnerables y eliminó los intermediarios mediante la entrega de tarjetas, pero eso no tendría nada de histórico ni mucho menos sería una carta fuerte de la 4ª Transformación para el país, le hubiera ganado el milagro mexicano del siglo pasado, e incluso sería más importante hablar de la creación de las instituciones.
Pocos recuerdan los logros del ex presidente, Ernesto Zedillo –si es que los hubo- pero históricamente todos recuerdan que le tocó afrontar la crisis del 94, salir de ello y finalmente, dar paso a la alternancia en el año 2000. López Obrador también será recordado como el ex presidente que enfrentó la crisis del Covid19, que salió de ello y lo demás nos lo dirá la parte de la historia que todavía no se escribe.
Ningún actor de oposición, le ganará protagonismo al momento, si lo atacan quedarán como oportunistas de la tragedia, el reproche de los muertos nunca será comparable con el reproche de la fallida guerra de Felipe Calderón contra el narco, el COVID19 no arrojará más de 120 mil muertos por año ni otro tanto de desaparecidos. Aunque les pese, la historia será benévola con AMLO y si sale avante, le irá mucho mejor en los libros de la materia, sin ser tan grande, solo ocupa que su equipo de gobierno, su gabinete, sean lo suficientemente capaces de brincar el momento mundial.
Solo la histeria puede ser el contrapeso de la historia, pero pocos, muy pocos se atreverían apostar por ese camino.