Por Julio Requena
El Estado de México requiere urgentemente de una inversión inteligente en salud para sacar adelante muchos de los proyectos que dejó pendiente el pasado sexenio y que este no ha podido resolver, dado que su aprobación no está en sus manos, sino en las del gobierno federal. No obstante, los mexiquenses demandan acceso a la salud venga de donde venga, lo más cercano a sus casas y con medicamentos suficientes.
El reto no solo es estatal, sino municipal, dado que algunos de los ayuntamientos tienen en la mira la construcción de hospitales en sus respectivos territorios que deben ser bien estructurados y de ser posible acabados en su trienio para no seguir heredando ‘elefantes blancos’ sin la menor normatividad que los ampare.
En la entidad, los diputados recorren los hospitales que se han quedado a medias por la falta de una autorización federal o clave de funcionamiento, sin embargo, también existen nosocomios de índole municipal que el gobierno del Estado se ha negado a poner en funcionamiento porque no cuentan con lo mínimo.
Caso por ejemplo de Ocoyoacac, donde la pasada administración priísta empezó a construir un hospital regional sin siquiera tener la propiedad del terreno, es decir, la donación o compra del mismo, escrituras y demás documentación a nombre del ayuntamiento, pero que ahora se exige que el nuevo gobierno pague el costo, precisamente a gente cercana a la cúpula que administró este municipio el periodo pasado.
La administración actual no está dispuesta a echarle dinero bueno al malo y continuar con esta obra así como está: irregular. Pero este, solo es un botón de muestra de lo que está pasando en los municipios donde los ex alcaldes determinaron invertir en salud, sin saber siquiera la normatividad mínima, desviando recursos a proyectos que legalmente no pueden ser acabados.
La secretaría de Salud del Estado de México debe tener claras las cifras de presuntos hospitales que se están construyendo en los municipios, sin autorización alguna y alertar a la población que no es un problema estatal o federal, sino de ociosidad creativa de algunos presidentes municipales.
Ojala, los legisladores una vez que terminen su gira por los hospitales estatales en el abandono, se den una vuelta por otros de índole municipal para ver que se puede hacer, transparentando su situación, recursos y su procedencia, así como su legalidad.
La meta es que de ahora en adelante las cosas se hagan bien, con el reconocimiento y las claves oficiales desde el inicio, para brindar la salud que tanto demandan los mexiquenses. De acabarse los 8 hospitales pendientes, se estaría ampliando la cobertura a casi cuatro millones más de habitantes en todo el estado. El esfuerzo, vale la pena.