Por Julio Requena
Hay quienes de manera positiva auguran que la pandemia y estos meses de encierro en los hogares derivaran en un resultado alentador dado que se habrán servido para crear conciencia, pero lo cierto es que después de que todo pase habrá que poner orden, limpiar, incluso comenzar nuevas luchas que por estar cumpliendo el Quédate en Casa no se pueden enarbolar.
La gran pregunta es si las instituciones estarán listas para la salida de la ciudadanía de sus casas, porque no saldrán dóciles borregos, sino leones enjaulados que demandarán con fuerza la reactivación de la economía, el progreso para sus familias que al verse encerrados vieron que no existe, exigirán instituciones preparadas, tanto en el ámbito de salud, por si se presenta un fenómeno similar a futuro, como en las escuelas, como en el servicio público.
Preguntarán dónde están las aulas digitales para el mañana, dónde están los hospitales que necesita México, dónde está el progreso que nos vendieron durante 80 años de gobiernos priístas y 12 años de gobiernos panistas, más también pedirán cuentan de la esperanza, esa por la que votamos y por la que muchos estamos trabajando como ciudadanos de a pie.
Se preguntarán cómo le vamos hacer para salir adelante y van a querer trabajar desde el primer día en la construcción del futuro, muchos van a querer ser partícipes de las acciones a realizarse para solucionar la crisis que deje la pandemia, muchos otros estarán listos para sacar adelante al país como sea, no para recuperar la “normalidad” sino para concretar la mejoría que las familias mexicanas y mexiquenses desean y merecen.
Se preguntarán por dónde empezamos, se preguntarán qué sigue, cuál es el siguiente paso, y dirán vamos, démoslo juntos, voy con ustedes, dirán ya mejoramos esto, hay que mejorar aquello, la palabra primero será recuperar, recuperar y recuperar, pero no podemos como sociedad quedarnos ahí, luego vendrá la mejoría, el revertir el desempleo, el revertir la crisis, el crear, el crecer y todo a un nivel que no habíamos imaginado pero que ahora debemos exigirnos.
Entre las luchas se vendrán las críticas porque de manera abusiva el gobierno estatal intentará dejar vigente la aplicación del Hoy no Circula en suelo mexiquense, porque sabe de la corrupción y el ingreso que vendrá con él, donde el ciudadano es el que paga siempre, pero repito: no saldrán mansos corderos, sino leones enjaulados, a los cuales solo hay que organizar para tumbar al tirano, al dictador, al mal gobierno.
Vendrán muchos años de lucha para dignificar el salario de médicos y enfermeras, a las que hasta antes de la pandemia se les había negado un ingreso justo, pero también será tarea de los sindicatos de trabajadores de la salud, dejar de ser charros y exigir. También los sindicatos de maestros tendrán que exigir mejores condiciones de trabajo para los docentes, y así. Los comerciantes tendrán que exigir a sus líderes resultados o cambiar de líderes, o bien, buscar el contacto con las autoridades sin intermediarios, sin dirigentes pero con la fuerza y la ley en su boca.
Todo va a cambiar, pero algo será muy importante, ignorar a los que se quejan de todo y no hacen nada por nadie, hoy la medida de los hombres y mujeres se verá en su acción, no en sus discursos, ni en sus pláticas de café ni en las redes sociales, ignoremos al que en sus redes sociales cuestiona todo y en su vida, no hace nada por mejorar.
¡Adelante México, todos estamos contigo¡.