Por Julio Requena
Mucha gente cree que por haber votado por MORENA en automático ya es militante de ese partido y puede opinar sobre la vida interna. Otros más se afiliaron en el proceso de construcción de este partido y su transitar de movimiento a instituto político, por lo que creyeron la versión de que eran millones los que se habían empadronado, por eso hoy no creen que la militancia de MORENA sea solo de poco más de 300 mil afiliados. Sin embargo, las cifras del INE son esas. De ahí se partirá para el futuro proceso de renovación de las dirigencias nacional, estatales y municipales.
No hay motivo para enojarse con quienes cuestionan esta versión, dado que adelantan que solo los afiliados podrán votar y ser votados en estos procesos internos. Los equivocados son los que piensan que sin una credencial de militante podrán votar o ser aspirantes a dirigir al partido que llevó al poder a Andrés Manuel López Obrador, y no podrán competir en sus respectivos espacios locales o estatales.
Ciertamente, hay un tercer grupo que se conforma con haber llevado al tabasqueño al poder y no desea participar en la vida política de MORENA ni ser militante ni desea meterse a competir por un espacio de regidor, alcalde, diputado o líder de partido en su comunidad. Para ellos su voto fue suficiente participación y ya.
Lo cierto es que MORENA tiene en todo el país 319 mil afiliados y en el Estado de México son apenas unos 31 mil militantes, los que podrán hacer vida política y participar en el mes de noviembre por una dirigencia, ya sea municipal o estatal. Pensando que aquí hay 125 municipios, la contienda en cada uno de ellos a voto abierto, libre y directo posiblemente no llegue ni a 3 mil sufragios por localidad, nada que ver con los casi 4 millones de votos que obtuvo AMLO en territorio mexiquense.
A quién conviene esta situación, se preguntan varios actores. A los que están, se responden y culpan a la actual dirigencia de llevar a este partido a un proceso amañado con padrón rasurado. Cabe aclarar que esta no es una crítica a López Obrador y su proyecto, dado que él ya no tiene nada que ver en los procesos partidarios que vendrán al interior de esta fuerza política.
La MORENA que llevó a Andrés Manuel al Poder cumplió su misión y su objetivo. Hoy ya no tiene la misma razón de ser, por lo que debe pensarse en la vida institucional de esta expresión para fortalecer, ampliar y sustentar el proyecto durante los próximos 30 años, con o sin AMLO, porque al término del sexenio el tabasqueño no podrá seguir siendo presidente de la República, pero tampoco dirigente nacional de MORENA.
La crítica al interior de MORENA es muy simple, la dirigencia nacional ocupada por Yeidckol Polensky no representa a los grupos existentes en los estados de la República, esos mismo grupos que ayudaron a construir el movimiento, el partido y el triunfo electoral del 2018. Dos, la actual dirigencia nacional no ha tenido acercamiento a la militancia de MORENA en los estados para edificar puentes de comunicación ni lazos de actuación, por eso la desvinculación.
En el Estado de México, Yeidckol Polensky no representa a ninguno de los grupos actuales de Morena –y eso que es mexiquense- por eso es que cualquier otro aspirante a la dirigencia nacional, tendrá un campo fértil no solo en la entidad sino en todo el país, para unificar a quienes no se sientan representados por la dirigente nacional saliente que se quiere reelegir en el cargo.
Ojo, aquí no tiene nada que ver AMLO, ni es un agravio al presidente querer opinar o participar en la vida interna de MORENA, son dos cosas completamente diferentes y debe empezar aplicarse la sana distancia entre el Presidente de la República y el partido. Eso quedará más que demostrado en las elecciones que se vivirán este 2019 en varios estados, entre ellos Puebla.
La actual dirigente nacional Yeidckol Polensky está obligada a dar buenos resultados electorales en los estados si desea aspirar a reelegirse y no se puede usar la frase “Si quieres a AMLO debes votar por mí”, porque no habría piso parejo en la contienda interna.
Finalmente, es claro que los 30 millones de ciudadanos que votaron por el tabasqueño tienen todo el derecho a defender a gobierno que eligieron, a la figura presidencial y a la transformación de la que hablan; pero para participar en la toma de decisiones en el partido MORENA tienen que tener su filiación vigente, los estatutos son claros, los ciudadanos sin militancia no podrán participar en ningún proceso interno ni tienen derecho a votar o ser votados.
Hay versiones que dicen que la afiliación a MORENA está cerrada y otros dicen que no, no se queden con las ganas y averígüenlo en cada uno de sus municipios, distritos o estados, y luego me cuentan cómo les fue.