Por Julio Requena
Con el semáforo en naranja, la ciudadanía tiene en mente la necesidad de retomar sus actividades cotidianas no solo por el gusto del regreso a la normalidad, sino también por levantar la bandera de la reactivación económica de la que dependen muchas familias mexiquenses, que vivían al día y siguen en la misma dinámica nada más que con mayores complicaciones.
La reactivación económica está caminando en lo positivo por dos vías: el impulso a la compra en comercios locales y sobre todo de amigos o conocidos y tratando de materializar la solidaridad social de compartir aunque sea en redes sociales, los anuncios de quienes venden comida, ropa, calzado o simplemente tienen un pequeño negocio familiar que antes no tenía mayor difusión.
Mucha gente que perdió su empleo se ha volcado a las calles mediante el comercio informal y en otros casos, convirtiéndose en emprendedores, en la mayoría de los casos la crisis ha sacado lo mejor de nuestra creatividad para seguir vigentes, vendiendo algo o integrándose a la nueva normalidad. Incluso negocios que antes no tenían tanta demanda como los que venden productos de limpieza, hoy son más frecuentados.
También han surgido locales de venta de cubrebocas, caretas, gel antibacterial, vaporizadores, higienizantes y productos necesarios para la nueva normalidad como pegotes de piso para la sana distancia, letreros.
La reactivación económica se ha pensado urgente y se ha puesto en marcha como se ha podido, lo cual debe cuidarse tanto por la autoridad para poner orden y fomentar la calidad de los productos, como para evitar más contagios o la propagación extrema que nos haga regresar a semáforo rojo.
Es claro que, toda la gente necesita tener un ingreso para poder comer, vestir y pagar el techo en el que vive, pero tampoco se puede pasar de largo el tema del orden, la sana distancia y mucho menos, el enfatizar que entre más legal es un negocio más puede recibir estímulos formales, de las autoridades, de Hacienda, de programas sociales para emprendedores, así como de los bancos.
En otras palabras, la urgente reactivación económica puede ir acompañada de orden legal, e impulso gubernamental. Creo que no se puede dejar solas a las familias mexiquenses en su travesía por recuperar su ingreso, ni en el comienzo de su emprendimiento, pues es cuando más ayuda necesita la gente para volver a la normalidad.
Los desempleados -en automático- se pueden convertir en problema, pero también en oportunidad, no se puede obviar que debieron ser liquidados con forme a la ley y de no ser, pueden ser respaldados por la autoridad laboral para que les sean pagados sus percepciones salariales pendientes. Pero también debe entenderse como una oportunidad de dedicarse a otra cosa o vender nuestra preparación a otro patrón que valore más lo que se sabe hacer.
En fin, de todo lo malo que pueda haber hay que tratar de encontrarle lo bueno para que el regreso a la normalidad sea lo más prudente y exitoso que se pueda. Hoy existen muchas empresas que solicitan distribuidores de sus productos sanitarios o de limpieza, nuevas empresas que requieren de empleados que antes no necesitaban para mantener higienizados todos los espacios.
Ni que decir del comercio por internet, por aplicaciones, por grupos de whatsapp o Facebook, entonces es momento de ver las oportunidades digitales para las microempresas, pymes y demás negocios, que necesitan personas para operar todos otros instrumentos.