Por Julio Requena
Ha iniciado una estrategia política para tratar de fortalecer diferentes fuerzas inyectándoles un poco de magisterio, es decir, convencer al gremio de los maestros de optar por un camino político distinto al que hasta ahora los ha hecho participar en las urnas apoyando al partido oficial.
Son varios los liderazgos que han surgido para hacer el llamado al magisterio de sumarse por ejemplo, al PT, como lo es la maestra Trinidad Franco Arpero, quien constantemente les ha ganado a los ex secretarios en el aplausometro de los eventos magisteriales, pero no la tiene fácil porque los profesores no ven en este partido una opción real ni de participación ni de gobierno y si votaron por ellos, fue porque iban en alianza con MORENA.
El magisterio ha tomado distancia de varios partidos y entre ellos el PT, Verde, PES, Panal y demás, por no ser opciones reales de participación y por el férreo control que algunas estructuras sindicales ejercen todavía en contra del magisterio, cuyo patrón en el Estado de México es priísta.
Así las cosas, en la cabeza de algún iluminado se pretende que, dentro del sindicato priísta de maestros en la entidad, se destine un tercio de sus cuadros a apoyar al PT, no para hacerle contrapeso al PRI sino para que estos docentes no terminen yéndose a las filas de MORENA como ya lo mostraron en la elección pasada.
Es claro que, cada vez más maestros se convierten en fieles morenistas que esperan el cambio de partido también en la gubernatura del Estado de México en el 2023, el movimiento de regeneración sigue creciendo al interior del sindicato, incluso sin líderes visibles, dado que también algunos temen a las represalias del sistema.
Aquí es donde hay que empezar a valorar otro punto sumamente importante: los movimientos políticos al interior del magisterio estatal dependen hasta donde su patrón gubernamental lo permita. El sistema estaba viendo con preocupación el traspaso de fuerzas del PRI hacia MORENA dentro del profesorado, por lo que hasta el momento no se ve que vaya impedir que algunos opten por irse al PT con la maestra Trini, si eso significa frenar la migración de los maestros hacia MORENA.
Cabe mencionar que, es un secreto a voces que, la relación entre el gobierno en turno y el sindicato en turno no es la mejor, dado que hay un reproche abierto por el apoyo del magisterio hacia la maestra Delfina Gómez en el 2017 y por la contienda interna por la dirigencia sindical en 2018 donde el candidato que ganó no era el favorito del gobernador. Esto aunado a un pronunciamiento que se hizo –en su momento- en contra de la Ley del Issemym que ya fue derogada.
Hoy el magisterio tiene tres caminos políticos por los cuales transitar: el PRI, el PT o MORENA. Algunos maestros que en el pasado han apoyado a otras fuerzas políticas se han visto sancionados por el sistema, desde permisos negados hasta cambio de su lugar de trabajo, retención de quincenas y demás. Veremos ahora que pasa cuando los docentes se empiecen a ir al PT o a MORENA y que les van ofrecer en el PRI para que sigan apoyando a esa opción política.
Es un secreto a voces que a la maestra Trinidad Franco le dieron permiso para irse al PT, dado que desde meses anteriores se ha trabajado un acuerdo PRI-PT, del cual hablaremos en futuras columnas, dado que es interesante ver que el petismo mexiquense se ha convertido en el muro de contención para que algunos sectores no se vayan directamente hacia MORENA, pero eso les ha ocasionado pugnas al interior por los beneficios del contrato pues el cheque sale a nombre de unos cuantos.