Por Julio Requena
Desde el año pasado se escuchaban versiones de un posible plan para quitarle a MORENA la mayoría en el Congreso mexiquense con el traspaso de uno o varios de sus diputados a otras fuerzas políticas. La misión era romper esa mayoría de 38 legisladores con la cual tenía garantizada la aprobación de cualquier iniciativa por mayoría simple.
Por eso no fue extraño cuando se empezó a concretar este plan con la salida de la diputada de MORENA, Claudia González Cerón para incorporarse a la bancada del PRD, dejando con 37 escaños a los morenistas. González Cerón es legisladora por Ecatepec y su cambio obedece –dice- a darle continuidad a su carrera política dado que en MORENA ya hay muchos formados para cualquier candidatura en ese municipio.
Aprovechando este clima de cambios entre bancadas, la diputada Julieta Villalpando Riquelme se pasó del PT al Partido Encuentro Social (PES) pero asumiendo la coordinación del grupo parlamentario gracias a sus relaciones con la dirigencia nacional. Algunos más dicen que aprovecho la enfermedad que ha sacado de la jugada a Vicente Onofre para poder tomar las riendas de esta fuerza política, lo cual molestó a los demás integrantes, pues sin previo aviso se despertaron con la noticia de que Villalpando Riquelme era su nuevo líder parlamentario en lugar de Carlos Lomán Delgado.
De inmediato, cuatro diputados del PES se volvieron independientes: Carlos Lomán, Juliana Felipa Arias Calderón, Rosa María Pineda Campos y Juan Carlos Soto Ibarra, dejando a su bancada en protesta por la imposición de Julieta Villalpando.
Estos dos movimientos interbancadas se han considerado ‘travesuras’ políticas. La primera cuya autoría se le adjudica al PRI-gobierno para romper la mayoría morenista y la segunda, al PT quien le dio alojamiento a la diputada cuando las circunstancias le fueron desfavorables y ahora, la impulsó a ejecutar dicho plan. Mientras que un tercer paso se le adjudica a MORENA quien de inmediato al ver cuatro diputados independientes les ha lanzado la promesa de respaldarlos y sumarlos en todo momento, siempre y cuando apoyen a MORENA.
El plan oficial es quitarle a MORENA dos diputados más con los que ya tienen pláticas y convencer a los diputados independientes de no sumarse a esta expresión sino jugar como agentes libres, votando a veces con los morenistas, pero otras con el PRI, PAN, PRD, PT y verde para hacer contrapeso.
Se espera que el contraataque lleve a fortalecer a la mayoría morenista, convenciendo a dos diputados del PT de pasarse a esta expresión, para seguir llevando a cabo el plan que les está marcando la cuarta transformación.
Del otro lado, pareciera que este ataque a la mayoría de MORENA viene después de una serie de medidas que afectan al régimen priísta, como son la eliminación de las pensiones a los ex gobernadores, la eliminación del fuero, y la marcha atrás a la reforma de la Ley del ISSEMYM. Lo único que les falta es meter reversa a la ampliación o renegociación de la deuda mexiquense concretada el año pasado y quizá eso sea a lo que más le teme el actual gobierno.
Además de que MORENA es la que les ha ido marcando la pauta con la cual están trabajando en el Estado de México, al grado de que diariamente el gobernador priísta, Alfredo del Mazo Maza le rinde un informe de la situación que priva en el Estado de México a la coordinadora general, Delfina Gómez nombrada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.