La falta de justicia social es la primera razón del fracaso que puede haber en una sociedad y ello también genera una democracia débil, aseguró el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
“La falta de justicia social es la primera razón del fracaso que puede haber en una sociedad, esto habla del triunfo de la inteligencia pasional que es la felicidad, el triunfo de la inteligencia social es la justicia, ambas están unidas por parentescos casi olvidados. Son inteligentes las sociedades justas y estúpidas las sociedades injustas…”, sostuvo.
Durante su ponencia en el marco del quinto día de trabajos del 2o Encuentro Internacional de la Izquierda Democrática, que organizó Sintropía, el funcionario de la OEA aseguró que los gobiernos, incluidos los progresistas, están obligados a entregar resultados pues los valores éticos y morales no significan nada para millones de pobres que viven en la marginación en todo el mundo.
En ese sentido, indicó que los gobiernos de izquierda no puede limitarse a echarle la culpa al sistema de la marginación o pobreza que existe en sus países, pues están obligados a entregar resultados al margen de esas circunstancias.
“Ser de izquierda no es echarle la culpa al sistema, es trabajar para incluir a los excluidos en los amnisticios sociales implícitos en las reglas del juego de cada país”, estableció.
Almagro pidió a los políticos y gobiernos de todas las ideologías que “el acceso a la salud, al trabajo, la seguridad el acceso equitativo a la justicia, que todos sean iguales ante la ley, no sea solo un slogan “.
Y es que les recordó que “trabajar con principios y valores en la política es el instrumento esencial que tenemos que enmarcar en nuestra acción a mediano y largo plazo, pero también es en el día a día”.
Dijo que las políticas de derecha “uno pueden pensar que son arreglos institucionales donde pesan más los intereses de las elites dominantes, pero en las políticas de izquierda eso es imperdonable”.
El uruguayo explicó que otorgar derechos sociales a la población y protegerlos es la palanca para el desarrollo de todo país y la palanca del desarrollo.
En ese contexto, advirtió que ya no se pueden retardar más tiempo las soluciones para abatir la desigualdad y marginación que sufren nuestros pueblos sobre todo en América Latina.