Por Jorge A. Rosas.
En la antigua Roma, cuando había una reunión y en la puerta de la entrada se colgaba una rosa, los temas tratados eran confidenciales. (sub rosae).
- Caso Ecatepec, la teoría del “click”y el “circo de terror de la información”.
- La consulta del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Hace unos días muchos de nosotros fuimos testigos de la “filtración” de un video que nos dejó horrorizados mientras veíamos en nuestras pantallas de computadora o de teléfonos móviles la entrevista que autoridades del Gobierno del Estado de México realizaron al presunto feminicida de Ecatepec una vez que lo capturaron.
El video, empezó a circular primero por algunos perfiles personales de Facebook, pero una vez que muchos medios de comunicación lo retomaron se viralizó en las redes sociales con diferentes títulos y encabezados que obligaban a la gente a darle “click” al enlace con el fin de saciar el morbo más allá de buscar su derecho a estar informados.
“Bistecs y guisos eran parte del menú caníbal de los “Monstruos de Ecatepec”, “Si salgo, voy a seguir matando mujeres”, dice feminicida de Ecatepec en video filtrado; “Esposa del “Monstruo de Ecatepec” revela que comieron restos de las mujeres asesinadas; “El ‘Monstruo de Ecatepec‘ planeaba matar a 100 mujeres” son algunos de los títulos que podemos encontrar en portales de noticias.
En su gran mayoría cabezales llenos de amarillismo y de sensacionalismo que lo único que pretenden es encender en las audiencias el deseo de dar click a la publicación con el único fin de ganar likes, retuits y visitantes a su página web o de elevar su número en los índices de audiencia radiofónica o televisiva.
Si leemos las notas, muchas de ellas están llenas de especulaciones, cuentan pequeños episodios de la vida del presunto feminicida y de las “posibles” razones que lo orillaron a actuar así.
Algunas otras, han encontrado en Ecatepec la tierra fértil para generar la psicosis que vende, el terror que genera morbo, la tragedia que lejos de hacernos reflexionar nos provoca a emitir opiniones.
A nadie de quienes lo compartimos o comentábamos entre nuestros conocidos nos importó mucho que la filtración de este video podría dañar a las familias de las mujeres que fueron víctimas, menos aún el aumentar el horror de miles de mujeres que todos los días salen a las calles con la paranoia de leer en redes la desinformación de una sociedad que cada vez consume sin pensarlo información sesgada de sensacionalismo.
Menos aún que esta filtración podría ser una violación al debido proceso y que podría darle una oportunidad a la defensa legal de buscar la liberación de su cliente.
Vuelve a colación el eterno debate qué debe considerarse una pieza periodística y qué simple y llano morbo.
La batalla por la audiencia no debiera ser la que direccione el entorno noticioso en las redes sociales, ya que sin duda, lastima a la sociedad que la consume, pero sobre todo, termina por herir de muerte al periodismo.
Tip:
“Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.” Otto Von Bismark
Todo parece estar listo para que a partir de este 25, y hasta el 28 de octubre se lleve a cabo la “consulta popular” para definir en dónde se construirá la nueva terminal aérea de la Ciudad de México.
Será la Fundación Rosenblueth la encargada de procesar las respuestas que se recaben en los 4 días que durará la consulta en las mesas de votación que se instalarán en solo 538 de los 2 mil 400 municipios que hay en México.
Se espera que participen cerca de 500 mil mexicanos en la famosa consulta que parece más bien el intento del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador de tener una salida digna a su discurso de campaña en la que aseguró que el nuevo aeropuerto no se construiría en Texcoco.
Si el pueblo “sabio” determina que se continúe con la obra en los terrenos del ex lago de Texcoco, el presidente podrá decir que cumplirá con lo que los mexicanos pedimos y no tendrá que rendir cuentas a su discurso de campaña.
Hay sin embargo quienes piensan que este ejercicio de participación ciudadana es el mejor ejemplo de la transformación que viene, en el que la voz de la sociedad deberá ser escuchada sobre todo en temas como una obra que tendrá un costo altísimo, cosa que al menos yo dudo luego de la última declaración del mismo presidente electo sobre su anunciada obra del tren maya, en donde dijo, cito sus palabras: “me canso ganso que construye”, lo que supone que aun cuando la sociedad pidiera una consulta sobre ese tema, no entra en planes del futuro presidente.