- Ejemplo de la arquitectura e influencia francesa en Toluca.
- Inaugurada en 1910, en el marco del Centenario de la Independencia de México.
Toluca, Estado de México.- El normalismo nace a finales del siglo XIX, en 1882, en lo que fue el Instituto Científico y Literario de Toluca, con sede en el edificio conocido como el Beaterio, que años más tarde se convirtió en Universidad Autónoma del Estado de México, y que actualmente alberga la Rectoría de la máxima casa de estudios, en la calle Instituto Literario, entre las avenidas Benito Juárez e Ignacio López Rayón.
De acuerdo con las crónicas, derivado de los cambios que se registraron en ese tiempo, aquella escuela Normal se trasladó a lo que era el Convento de la Purísima Concepción de los Carmelitas, espacio que actualmente alberga la Escuela Secundaria Oficial Número 1 “Miguel Hidalgo”.
Para 1910, como parte de las celebraciones del centenario del inicio de la Independencia de México, se construyó el edificio que actualmente se conoce como Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Profesores, ubicado en la avenida Independencia, entre las calles Leona Vicario y González Arratia. La inauguración se hizo durante las fiestas del Centenario, siendo Porfirio Díaz presidente de México.
El edificio, considerado uno de los más bellos de Toluca, fue construido por el ingeniero Vicente Suárez Ruano, egresado de la Escuela Nacional de Ingenieros, quien le dio un estilo de influencia francesa. Tiene como característica principal el uso de la mansarda, que es una cubierta generalmente metálica que podían ser curvas, como las de la Normal, o planas, como en la casa afrancesada que se encuentra frente al templo de Santa María de Guadalupe, arquitectura utilizada en México en aquel tiempo y que fue una de las características del Porfiriato.
La Escuela Normal de Profesores ha tenido desde entonces un patronato cuyo objetivo ha sido su conservación, lo que ha permitido que el edificio reciba el mantenimiento necesario y se encuentre en estado impecable, con lo que luce como uno de los más representativos de la capital mexiquense.
Entre los grandes pedagogos de dicha escuela podemos mencionar a don Agustín González Plata, la maestra Silvina Jardón, el profesor Carlos Hank González y el profesor Alfonso Sánchez García, destacado cronista de Toluca, entre otros personajes de la vida política y social no sólo de Toluca sino del Estado de México.