Zinacantepec.- Durante la madrugada del martes 26 de junio, varias coronas fúnebres aparecieron fuera de los domicilios de diversos operadores políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el municipio de Zinacantepec; incluso fuera de la casa del candidato a la presidencia municipal, Manuel Castrejón Morales. El hecho se realiza no sólo en un marco de guerra sucia, sino también en un contexto electoral manchado por la sangre y la violencia.
Muy temprano los implicados se dieron cuenta que había una corona fúnebre fuera de sus hogares, por lo que de inmediato se comunicaron con familiares, amigos y compañeros de trabajo para preguntar por su estado. Es allí donde se dieron cuenta que las amenazas coincidían entre varios operadores políticos del PRI. Una vez que aseguraron la integridad física de sus familiares y amigos, así como de sus compañeros de trabajo, decidieron alzar la voz.
Las coronas fúnebres, anónimas, tuvieron un destinatario claro, pero no un remitente, en ellas se podía leer: “Estas avisado priista”, “Estas a un pasito”, “Descansa en paz”. Los afectados creen que son parte de la campaña negra o guerra sucia que han emprendido los partidos opositores, ya que su estilo de hacer política es bastante conocido en la región.
Pese a los llamados de hacer una campaña de propuestas, de respeto, de información y no de ataques y violencia, que ha hecho el candidato del PRI, Manuel Castrejón Morales, la guerra sucia se ha destacado en este proceso electoral, siendo el candidato del tricolor el más atacado en este sentido. Durante este tiempo de campañas, la violencia ha afectado de forma directa a candidatos y precandidatos desde septiembre a la fecha.
Despertar en casa y ver una corona fúnebre es símbolo de una amenaza de muerte. Algunos de los implicados se sintieron agredidos por este hecho, pues “sabemos que en la política se vale de todo y más en tiempos de campaña electoral, pero amenazar de muerte, con el contexto social-político que vivimos es demasiado”, comentó uno de los afectados.
Dentro de este contexto, el candidato priista, Manuel Castrejón Morales, hizo un enérgico llamado a los demás aspirantes para llevar una contienda de respeto, limpia y en paz; “Zinacantepec es un municipio tranquilo, en donde la gente respeta la democracia, sigamos por la senda de la no violencia, y que gane el mejor, la tranquilidad de las familias zinacantepequenses está por encima de todo, y todos debemos pugnar por ello. La amenaza recibida a los operadores políticos del PRI en Zinacantepec y a mi persona, es gravísima. Enviar coronas fúnebres previas a la elección es un acto vil y cobarde que debe ser investigado por el INE, así como por las autoridades correspondientes para que las personas que realizaron estos actos tengan un castigo ejemplar” finalizó.
Cabe recordar que en este proceso electoral han asesinado a 50 candidatos o precandidatos a algún cargo público, de acuerdo con las cifras de la consultora Etellekt. El proceso más violento de los últimos años, la elección presidencial pasada sólo reportó el caso de un candidato asesinado; es decir ha aumentado más de un 4,500 por ciento.
Según el informe anual que elabora la Universidad de Las Américas, con sede en Puebla, el nivel de impunidad en México es del 99%. El país cerró el 2017 como uno de los años más violentos con 20 homicidios por cada 100 mil habitantes, superior a la media de la región; inclusive superando lo acontecido el año 2011. Este año, el gremio político ha superado al periodístico con más víctimas.