La calidad en el servicio médico es fundamental para garantizar el derecho a la salud, por tanto, entre los principales motivos de queja, destaca la inadecuada comunicación entre el médico y paciente, la falta de un diagnóstico, sentirse ignorado y no ser escuchado, así como un mal trato, indicó el comisionado de Conciliación y Arbitraje Médico del Estado de México, Jesús Luis Rubí Salazar.
Ante el ombudsman mexiquense, Baruch Delgado Carbajal; la secretaria general, María del Rosario Mejía Ayala y directivos de la Codhem, así como profesionales de la salud de los hospitales del Valle de Toluca, puntualizó que la actuación del médico está regida por una reglamentación rigurosa para asegurar su buen desempeño, porque trabaja con personas, por cuya vida debe velar en todo momento, por tanto, deben recibir capacitación continua, a fin de ejecutar una buena praxis.
Durante las Primeras Jornadas de Aniversario Médicas y de Enfermería del Hospital Municipal “Mariano Matamoros” Bicentenario de Tenango del Valle, realizadas en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y la Facultad de Medicina de la UAEM, indicó que la calidad es un compromiso ético y legal de los profesionales de la salud, y recalcó que ésta no es complemento, ni lujo ni debe estar relacionada con los recursos económicos, sino es un requerimiento para hacer bien su trabajo.
Conminó a los médicos a tratar a los pacientes como personas, con importancia y calidez, y cuando existe el riesgo de cometer errores, deben ser mínimos, porque se trabaja con vidas humanas. También pidió llevar a cabo una comunicación asertiva con los enfermos y dijo que el personal, está obligado a acompañar a un paciente, cuando sea trasladado a otro hospital para recibir atención especializada.
Rubí Salazar dijo que de cada 100 pacientes que se quejan, sólo en el 29% de los casos se tiene responsabilidad profesional, sin embargo, consideran que no fueron atendidos de forma adecuada, no fue revisado por el doctor, hubo descuido, pues lo único que piden los usuarios del servicio es que se les trate como persona.
En ese sentido, la recomendación para evitar conflictos, es ponerse en el lugar de los usuarios, recurrir al apoyo de personal especializado cuando el caso esté fuera de su capacidad, y sobre todo, privilegiar el consentimiento informado, es decir, informar al paciente con lujo de detalles sobre el tratamiento que se realizará.