- La obstetra María Laura García Martínez comenzó a laborar en el IMSS hace 42 años y desde su residencia ha dedicado su carrera al bienestar de la mujer.
- “Hay que tratarlas con respeto, darles confianza, hacerles saber que están en una Institución que les va a dar todo”, comentó.
Las cientos de miles de mujeres mexiquenses que en los últimos 42 años han sido atendidas en el parto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, bajo la responsabilidad, el conocimiento y la experiencia de la médica María Laura García Martínez, han recibido compresión, trato humano, confianza, sociabilidad y total respeto.
“Mi ideal siempre es comprender a las mujeres, respetar su condición de género y sus derechos como paciente, que vivan la experiencia del nacimiento como un momento especial y placentero en condiciones de dignidad humana y no de violencia”, aseguró la mujer obstetra trabajadora con mayor antigüedad de esta representación.
La especialista, adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 53, en Los Reyes, La Paz, expresó que ha atendido a una buena cantidad de mujeres del Estado de México; “no le puedo decir cuántos partos, pero muchos, miles. Cuando fui interna llevaba estadísticas y en un año atendí más de mil. No es exagerar, pero quizá podría llegar al millón, contando desde mi internado, mi trabajo de campo y trabajo social”.
La médica, quien ha estado en contacto con féminas toda su vida profesional, resaltó la importancia de la mujer, “somos importantes, somos inteligentes. Hay que llamarlas al empoderamiento de sus habilidades, de sus metas, que se quieran como ser humano, que estudien, que se superen; ya no estamos en el tiempo de depender del género opuesto”.
Todas, afirmó, “somos un universo y hay que hacerlo crecer. Hombre y mujer son pareja, juntos pueden lograr mucho que planifiquen su familia. La mujer forma parte muy importante de esta sociedad y del mundo”.
García Martínez se dijo orgullosa de que el IMSS le haya abierto las puertas hace más de cuatro décadas y precisamente para atender a la mujer, “siempre doy lo mejor de mí como profesionista; me preocupa el estatus de las mujeres por eso me gustó ginecoobstetricia”.
Cuando se logran los resultados médicos en la mujer, explicó, “es de mucha satisfacción, sobre todo cuando la paciente te demuestra su afecto y agradecimiento. Y yo siempre les digo ¡Felicidades, mamita! ¡Cuídate mucho, tiene un hermoso bebé! Y cuando hay una respuesta de la mama me llena de orgullo. A mis años y a lo largo de mi especialidad siento una satisfacción muy grande”.
Lo que se busca ahora, comentó, “es que la mujer logre una superación, su emancipación, que sea dueña de su persona y que decida sobre su cuerpo. A mi edad, me siento plena, completa y mi profesión ha sido lo mejor que me ha pasado y hasta donde pueda seguir. Mi mejor etapa es que soy médica del IMSS. Amo al IMSS, es mi Alma Mater. En el Instituto tenemos muchas posibilidades para dar una mejor atención”.