Como consecuencia de la corrupción, que se generaliza en todos los niveles, desde el federal hasta el local, no funciona la democracia en América Latina, que también es debilitada por factores como la violencia y la inseguridad, sostuvo el experto del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades (CICSyH) de la Universidad Autónoma del Estado de México, Jesús Tovar Mendoza. Refirió que el proyecto de investigación “La calidad de la democracia en América Latina”, el cual inició en 2008 y desarrolló un grupo de investigadores de 15 países, comparó las características de la democracia de la mayor parte de los países latinoamericanos.
“El estado de la democracia en América Latina no permite la consolidación del estado de derecho y la reducción de los altos índices de desigualdad que imperan en gran parte del continente”.
El estudio, indicó Tovar Mendoza, reveló los niveles heterogéneos de la calidad de la democracia en el siglo XXI, pero también los problemas que enfrenta, sus avances y retos, a pesar de lo cual es el periodo con mayor democratización, en comparación con décadas anteriores.
El también especialista en partidos políticos y elecciones aseveró que uno de los avances de la democracia en América Latina es la realización de comicios de forma regular, con organismos especializados que los llevan a cabo; del mismo modo, cualquier caso de diferencia o violación a la ley es resuelto por un tribunal experto en el tema.
A partir de este trabajo de investigación, detalló, se identificó que países como Uruguay, Chile y Costa Rica cuentan con una alta calidad democrática, con elecciones competitivas, castigo a implicados en actos de corrupción y una población con mejores condiciones de vida, así como un sistema educativo y de salud eficaces.
Por otra parte, Jesús Tovar Mendoza explicó que en Guatemala, El Salvador y Nicaragua se registró la más baja calidad democrática, pobres niveles en materia de seguridad y calidad educativa y numerosos actos de corrupción que no son castigados.