Aunque muchos personajes políticos digan que son más los puntos positivos de las administraciones municipales morenistas, la semana que pasó no vimos eso.
Resulta que en las administraciones entrantes de los municipios Ixtapaluca y Chimalhuacán, los ediles de filiación morenista se disponen a despedir a miles de trabajadores que laboraron en las administraciones municipales pasadas, situación que perjudicará a miles familias que viven al día.
Me informan que en Ixtapaluca están corriendo a los maestros del DIF y en Chimalhuacán tienen en capilla a entrenadores, trabajadores de limpias, parque y jardines y, lo que es peor, a médicos y enfermeras del DIF, institución que hasta el año pasado brindó servicios de salud a bajo costo, pero parece que ahora la presidenta municipal no considera necesarios.
Ojalá que la nueva alcaldesa de Chimalhuacán recapacite porque estamos en plena cuarta ola de la pandemia y desafortunadamente los habitantes de ese municipio son muy susceptibles de contagios pues se ven obligados a salir a trabajar porque viven al día. Veremos cómo evolucionan esos conflictos.