- La Codhem respalda el llamado de la Secretaría de Salud a quedarse en casa y respetar todas las medidas de sanidad para evitar contagios de COVID-19.
- Respetar medidas de prevención es hacer lo correcto.
- Importante avanzar en la elaboración de protocolos específicos para proteger la salud en la nueva normalidad.
Toluca, Estado de México.- A cada derecho humano corresponde un deber, y en el caso de la salud, es responsabilidad de cada persona hacer todo lo que esté a su alcance para protegerla y evitar enfermarse; por lo que en estos momentos de máxima alerta por la propagación del COVID-19, es vital acatar las medidas sanitarias implantadas por las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Así lo afirmó el ombudsman mexiquense Jorge Olvera García, al reiterar el respaldo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), a las acciones de prevención y contención dictadas por la Secretaría de Salud estatal para la fase de Semáforo Rojo de la alerta epidemiológica para todo el territorio estatal.
Precisó que la población tiene ahora información amplia y suficiente de muchas fuentes oficiales, fácilmente verificable, para tomar la mejor decisión y cuidar su salud y su vida; es comprensible –dijo– que haya reticencia ante cambios tan drásticos para la vida cotidiana de todas las personas, pero si la vida está en juego, la decisión para hacer lo correcto no debe ser difícil.
El defensor de las y los mexiquenses pidió a la población en general privilegiar su derecho a la protección de la salud y permanecer en casa, lavar o desinfectar las manos frecuentemente, mantener la sana distancia, usar cubrebocas, salir únicamente si es muy necesario y, además de todas las otras medidas de prevención, considerar que aun cuando hay grupos especialmente vulnerables, lo cierto es que el virus no respeta edad, condición social, género ni ninguna otra circunstancia.Finalmente, consideró de la mayor relevancia el que con miras a la nueva normalidad, tanto en el sector público como en el privado, se tengan listos los respectivos protocolos de sanidad para la operación de empresas, comercios y oficinas gubernamentales, ya que se debe contar con el tiempo suficiente para el abasto de insumos necesarios y la capacitación para la protección de la salud del personal, clientes y usuarios.