Laura Castillo García
Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México
El colapso, el pasado 2 de noviembre, de un puente peatonal por el que habitantes de Chimalhuacán pasaban al municipio de Nezahualcóyotl muestra el desprecio que la presidenta municipal, Xóchitl Flores Jiménez, y su Ayuntamiento sienten por sus gobernados y por sus necesidades.
El puente construido hace más de 20 años a instancias de los vecinos, obviamente se deterioró por el paso del tiempo y el uso cotidiano, el cual se intensificaba cada año con motivo de la celebración del Día de Muertos, toda vez que por él –y por otros tres más que existen en la zona– transitan los familiares de quienes descansan en los panteones: Los Rosales, Civil de Chimalhuacán y uno más, ubicado en el municipio de Chimalhuacán. El Día de Muertos el flujo de personas por el puente colapsado de Los Rosales es de aproximadamente de 50 mil.
La gran cantidad de personas que transitó por ese puente el pasado 2 de noviembre que atraviesa las aguas negras del Canal de la Compañía¬, es el argumento con el que los funcionarios públicos a las órdenes de la morenista Xóchitl Flores tratan de justificar que la edil ignoró la petición que la primera regidora Socorro Vilchis, también de Morena, hizo hace dos años a la alcaldesa. Es más, todavía en el último Cabildo, realizado antes del Día de Muertos, la regidora Vilchis volvió a solicitar la reparación del puente, pero la alcaldesa volvió a negar la solución. Las consecuencias de esa negativa ya todos las conocemos.
Me dicen algunos ingenieros civiles amigos, quienes conocen ese puente porque lo han transitado, que el arreglo del mismo podría haberle costado a la presidencia municipal entre 200 y 400 mil pesos, cuando mucho.
Pero, independientemente del costo que hubiera tenido la reparación de ese puente, o bien una nueva construcción, lo que hay que destacar es que la presidenta municipal morenista no hizo caso de arreglar un puente que utiliza mucha gente, quien asegura que no hay otra manera de salir hacia el municipio de Nezahualcóyotl y que, por lo mismo, “alguien puso un tubo azul de drenaje, por el que ahora transitan a sabiendas del riesgo que corren de caer a las aguas negras y perder la vida”.
El colapso del puente Los Rosales pudo haberse prevenido, pero la alcaldesa de Morena no quiso hacerlo; es más, el pasado mes de agosto, Protección Civil municipal realizó un recorrido por el puente colapsado y lo único que hizo fue “colocar una cinta amarilla preventiva para que la gente no transitara por él”; pero ¿qué creen que hizo la gente que necesitaba llegar al municipio de Nezahualcóyotl? Pues quitó la cinta amarilla y volvió a utilizar el desvencijado puente.
Ante eso, ¿qué hizo la alcaldesa morenista? ¿Arregló el puente o empezó una nueva construcción? No, no hizo nada: volteó a ver con desprecio el puente, el problema que tenía la gente que lo utilizaba, pero no hizo nada, absolutamente nada para dar solución al problema y que la gente transitara con seguridad.
Esa es la actitud que la morenista Xóchitl Flores Jiménez ha mostrado en lo que va de su administración municipal: no atiende las necesidades de la gente y no le importan las dificultades que ésta tenga que afrontar; por ejemplo, miles y miles de personas en todo el territorio municipal carecen de agua potable y la directora del Odapas (organismo descentralizado, encargado de la administración del líquido) tarda días y días para mandarles unas pocas pipas de agua para mitigar el problema, pero eso son soluciones temporales que no llegan a la raíz del problema, cuestión que Flores Jiménez y a la de Odapas no les importa porque ahorita están concentradas en el “año de Hidalgo”, ese que dice que “ch… a su m… el que deje algo”. Claro saben que no han cumplido con la ciudadanía y tienen miedo de perder el poder.
Otro de los grave problemas de Chimalhuacán es el de la inseguridad en general y del aumento en la incidencia de homicidios: según el semáforo delictivo del Estado de México del pasado mes de julio, el municipio de Chimalhuacán se encontraba entre los tres municipios con más homicidios, los otros son Valle de Chalco y Nezahualcóyotl. En lo referente a los feminicidios, Chimalhuacán ocupa el deshonroso noveno lugar nacional en feminicidios, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Y ahora tenemos el colapso del puente Los Rosales que dejó como saldo 15 personas lesionadas, entre ellas tres niños.
No obstante que la alcaldesa no ha trabajado para la ciudadanía y, por tanto, no ha le ha dado buenos resultados, tanto ella como su partido Morena pretenden volver a gobernar este emblemático municipio con raíces históricas y, el próximo 2 de junio de 2024, alzarse con el triunfo electoral.
Por eso, el pasado 29 de septiembre, el demagogo más grande que actualmente existe en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, llegó a Chimalhuacán para reforzar a la alcaldesa que no ha hecho nada bueno por sus gobernados (como tampoco lo ha hecho el otrora llamado Pejelagarto), y prometió realizar un incremento especial en los programas sociales que se entregan en Chimalhuacán y mejoras urbanas en el municipio; asimismo, que duplicará el monto que se entrega como beca a estudiantes de educación básica, que comprende preescolar, primaria y secundaria (https://www.milenio.com/politica/chimalhuacan-amlo-pide-no-dar-paso-atras-en-el-movimiento).
Dicen que prometer no empobrece, por eso López Obrador se sirvió con la cuchara grande de la olla de las promesas y también se aventó la puntada de que se darán más apoyos a los jóvenes chimalhuacanos y que se aplicará un programa de desarrollo urbano en el municipio, el cual se realizará con 50 por ciento de recursos estatales y otro 50 por ciento con dinero federal.
¿Alguien sabe si ya se cumplieron todas esas promesas, o por lo menos hay algún avance, por pequeño que sea? Por favor, notifíquenme si tienen alguna noticia de avances a fin de no realizar afirmaciones falsas.
Pero, por lo que yo sé, no hay avances en ninguna de las demagógicas promesas hechas por el presidente hace más de hace un mes; más bien lo que se aprecia es que en Chimalhuacán las cosas van de mal en peor, la mejor prueba de ello es el colapso del puente Los Rosales, el cual pudo haberse reparado tal vez con menos de medio millón de pesos, pero que no se hizo por negligencia de la alcaldesa del partido Morena, Xóchitl Flores Jiménez.
Evidentemente, las promesas de López Obrador y su seguidora Xóchitl Flores Jiménez son electoreras, a fin de que la gente vuelva a votar por ellos y Chimalhuacán viva otros tres años de oscurantismo, falsas promesas y enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos, empezando por quien está al frente del gobierno municipal.
Cierto que en Chimalhuacán hay descontento ciudadano por: la gran inseguridad, el incremento de los feminicidios, la falta de agua potable y la falta de mantenimiento a las obras públicas realizadas en administraciones pasadas; pero también es cierto que mucha gente ahora depende económicamente de los “apoyos directos” que da el gobierno federal con recursos públicos provenientes de nuestros impuestos, pero que todos los días el presidente presume como si salieran de su bolsa.
El municipio de Chimalhuacán, como todo el país, no va a salir de su atraso con gobiernos morenistas que lo único que buscan es su enriquecimiento personal y desprecian a los ciudadanos que lo único que buscan es vivir mejor en un entorno seguro y amable, en donde sus hijos tengan vivienda, escuelas, espacios deportivos y recreativos dignos.
El gobierno de la morenista Xóchitl Flores Jiménez en Chimalhuacán habla a las claras de que con Morena esas condiciones no podremos alcanzarlas y, a pesar de los apoyos directos –que ya nadie se los podrá quitar porque están inscritos en la Constitución–, decidirnos a cambiar de partido en el gobierno y no volver a dar nuestro voto a los mentirosos, demagogos y que desprecian a la gente y sus necesidades.