En la escuela persisten prejuicios y estigmatización contra alumnos con discapacidad visual: CODHEM

  • Se manifiestan barreras de la discriminación por parte de compañeros, amigos y hasta los profesores.
  • La especialista Cristina Dyjak Montes de Oca propone fomentar la conductas para fortalecer el respeto a las diferencias.

Toluca, Estado de México.- La discriminación y la exclusión están presentes en la escuela y se expresan a través de prejuicios y estigmatización, factores que dificultan la integración de infantes con discapacidad a los diferentes ámbitos, señala la especialista de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Cristina Dyjak Montes de Oca.

En el libro “Violencia en la infancia. Algunas miradas desde los derechos humanos y la psicología” editado por la Codhem, explica que “La escuela es uno de los espacios en donde aún se manifiestan las barreras de la discriminación, no sólo para los niños invidentes, a pesar de que se habla de la integración de los menores de edad con discapacidad a las instituciones educativas regulares.”

Esto ocurre a pesar de que la Convención de los Derechos del Niño ratificada por México en 1990, señala el derecho a la educación en condiciones de igualdad y oportunidades; y el artículo 30 de la Ley para la Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, precisa que no podrán ser discriminados por ningún motivo quienes tengan discapacidad física, intelectual o sensorial, pues tienen derecho a desarrollar plenamente sus aptitudes y gozar de una vida digna que les permita integrarse a la sociedad, participando en la medida de sus posibilidades en los ámbitos escolar, laboral, cultural, recreativo y económico.

En el artículo “La discapacidad visual: el derecho a la educación y a la no discriminación”, detalla que los prejuicios, estereotipos y estigmas generados en torno a la discapacidad, así como el miedo al otro y a lo desconocido, originan la discriminación, tan arraigada en la cultura mexicana, que ha provocado que aprendamos a convivir con actos que se consideran como normales.

Señala que no sólo los infantes con discapacidad son discriminados, sino también los padres, madres y hermanos enfrentan estigmas, por miradas, rechazo y comentarios de los compañeros de aula, amigos y hasta de los profesores, quienes dudan de su capacidad para aprender.

Es importante eliminar la discriminación de niños invidentes, comenta, ya que limita el ejercicio de sus derechos, al considerarlos de menor valor humano a quien la padece y se le niega de manera intencional el derecho a la educación.