- Recordó las amenazas de muerte al periodista Emir Olivares del diario La Jornada; del Semanario Zeta, de Tijuana, Baja California; así como los más de 15 asesinatos contra comunicadores.
- Personal del “Zeferino Ladrillero” ha recibido amenazas de muerte.
- En México existe un clima de impunidad e inseguridad que se ha recrudecido.
- Se debe contar con un protocolo integral (administrativo, legislativo, judicial) de protección a personas defensoras de los derechos humanos y periodistas.
En México se vive una crisis de violencia inédita contra pueblos originarios, comunidades indígenas, periodistas y defensores de los derechos humanos, así lo advirtió el Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero”.
Su presidente, José Antonio Lara Duque, indicó que el clima de impunidad e inseguridad se recrudecerse para periodistas y defensores de las garantías individuales en nuestro país. “Basta recordar la serie de agresiones que han sido sujeto periodistas en las últimas horas, así como los más de 15 comunicadores que han sido asesinados en el último año”.
“Sin duda se registra un aumento en la conflictividad social, que provoca un aumento en el riesgo que enfrentan quienes defienden los derechos humanos, por eso nos sumamos al llamado internacional —de los relatores de libertad de expresión de la ONU— quienes advierten la necesidad de una respuesta muy específica del gobierno de López Obrador a estas circunstancias”, dijo.
El abogado Lara Duque explicó que la construcción de mega-proyectos (sumamente contaminantes de nuestro medio ambiente), la violencia exacerbada hacia las mujeres, la constante criminalización de la organización y protesta social, ha dejado a cientos de personas desaparecidas, encarceladas o asesinadas por distintos grupos de interés.
De igual manera, aseguró, la mercantilización, el aniquilamiento de la cultura y memoria histórica, así como la precarización del empleo, la exclusión social-territorial, la falta de acceso a la justicia y, el acceso a derechos básicos como: vivienda digna, agua, electricidad, servicios médicos, han hundido al país en una espiral de violencia.
Lara Duque expresó que los pobladores de las comunidades y pueblos del país y, particularmente del estado de México, que viven bajo una violación permanente y sistemática a sus derechos humanos y garantías individuales.
A manera de ejemplo, basta recordar los recientes actos de intimidación, así como la amenaza de muerte que ha sufrido el periodista Emir Olivares del diario “La Jornada”; la intimidación a los comunicadores del “Semanario Zeta” por parte del gobierno de Baja California, que encabeza Jaime Bonilla. “Nosotros en carne propia hemos recibido amenazas de muerte por nuestra actividad por defender los derechos humanos”.
“Hacemos un llamado urgente al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) para que garanticen la libertad de prensa en nuestro país; claudicar a que la sociedad reciba información de primera mano sobre los actos públicos hace retroceder a México y a su sociedad”, advirtió.
Los reclamos en torno a los megaproyectos de la presente administración, de las acciones para defensa del territorio, patrimonio cultural, así como para enfrentar desde las comunidades la violencia de género y feminicidios y las agresiones a personas defensoras deben ser una prioridad de la autoridad.
“No vamos a parar hasta que cesen las agresiones por parte del Estado y terminen los ataques sistemáticos y permanentes contra nuestros territorios, nuestros recursos y nuestra vida, del lucro y la barbarie que el capitalismo-neoliberal representa”, apuntó.
“Es urgente contar con un protocolo integral (administrativo, legislativo, judicial) de protección a personas defensoras (entendiendo a toda persona que actúe en la defensa de los derechos humanos en un sentido amplio y pacífico, sin necesidad de estar adscrito a una organización o asociación, o estudios profesionales previos) que tenga como evitar la posible agresión o criminalización del Estado”, demandó.
Hizo ver que la lucha por nuestros derechos humanos es tarea de todos, y solo juntos y organizados podremos ganar la batalla frente a tanta violencia, inseguridad e impunidad, el camino hacia ese horizonte de comunidad y prosperidad, es pues algo que tendremos que seguir construyendo de la mano.