Nicolás Romero, México.- A través de las redes sociales el dirigente del Movimiento Antorchista del noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz instó a la población de Nicolás Romero, a través del artículo titulado “En Nicolás Romero: ¿PRI, PAN o Morena? ¿La razón o el sentimiento?”, a razonar su voto para las próximas elecciones del 2021, con el fin de que la población entera no sufra las consecuencias, de un voto emitido con los sentimientos, como ha sucedido hasta el momento por las malas decisiones del presidente de la República para enfrentar y contener la pandemia, así como la crisis económica y la inseguridad.
Así se puede leer: “El panorama político de cualquier país, estado, distrito o municipio, se tiene que analizar como en cualquier partida de ajedrez y “algo más”, tener en la mente los movimientos a futuro que realizará el contrincante, visualizar tres o más jugadas por adelantado, analizar las consecuencias de uno u otro movimiento, planear con cierta inteligencia, concentración y paciencia, el triunfo sobre el oponente. El “algo más” es tener en cuenta con la mayor modestia calculadora, la correlación de fuerzas, algo indispensable para garantizar el triunfo, conocer las habilidades y debilidades del enemigo, medir el ambiente político-social a favor o adverso, prever las posibles compra-venta de las humanas mercancías políticas, prepararse para la defensa ante la ola de mentiras, calumnias y amenazas de los enemigos más astutos, así como alistar la ofensiva en el momento exacto, casi casi, como dice en “El arte de la guerra” de Sun Tzu, pero ahora el arte de la contienda político electoral”.
Prosigue con la situación nacional, “no es nada fácil mantener la razón sobre cualquier tipo de sentimiento, el sentimiento de la emoción suele ser impulsivo e irracional y aquí hay que tener cuidado, el corazón no puede subyugar al cerebro, la visión aristotélica define a la emoción como “aquellos sentimientos que hacen que la condición de un individuo se transforme a tal grado que su juicio quede afectado”. Cuando las cosas suceden así, no hay otra cosa qué hacer, más que esperar la derrota, el desastre o la catástrofe. Algo similar está pasando con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el pueblo votó por el sentimiento de coraje a los gobiernos anteriores, por el sentimiento de la emoción o el sentimiento de la esperanza, pocos utilizaron la razón y hoy el pueblo mexicano está pagando las consecuencias. Un Estado garante de la ley y de la justicia, que viola la ley, tuerce la justicia y además las utiliza para acallar a los que opinan diferente, más adelante cada individuo estará amordazado por la ley prostituida, incluyendo a los fervientes defensores de Morena. Aquí es donde el pueblo, por utilizar el sentimiento por encima de la razón, empezó a perder la batalla. La fórmula correcta se puede describir así: 2/2 de razón + ¾ de emoción”.
Para continuar con la situación política en el municipio, “en Nicolás Romero, Estado de México, el panorama político es complejo, la estrategia comienza mucho antes de la partida. Desde hace quince años o cinco largas administraciones, el PAN no ha podido triunfar en las elecciones por las diputaciones y mucho menos por la presidencia municipal, el fondo hipotético del fenómeno radica en la traición de sus cuadros militantes con cierta representación popular, casi todos se venden al mejor postor, líderes priistas confirman que han mantenido y están manteniendo al 60% de los principales líderes panistas del municipio, miembros destacados y activos del PAN lo han confirmado en reiteradas ocasiones, otro 30% de la fuerza panista la tiene comprada y controlada el gobierno municipal. El PRI interviene con antelación e inteligencia, motivando a líderes panistas para que en sus congresos internos o por dedocracia, escojan a los candidatos panistas más débiles, nada conocidos o con nulo trabajo dentro del municipio, así el PRI logra un contrincante a modo y una importante ventaja antes de iniciar la partida, ahora tiene casi asegurada la victoria.
“Los muestreos científicos electorales de importantes casas encuestadoras como Parametría, arrojan que el PAN está en tercer lugar y muy lejos de alcanzar al segundo a pesar de ser segunda fuerza en las elecciones municipales de 2018. Los resultados hablan de un PAN dividido y vendido. A nivel Estado de México está marcada la táctica, en muchos municipios los partidos de oposición se unificarán, las terceras fuerzas se sumarán a las segundas según las encuestas, en Nicolás Romero le tocará a los azules apoyar a los rojos, así como en Atizapán los rojos a los azules. En conclusión, el PAN en Nicolás Romero no ganará las elecciones de 2021, han sentenciado su nueva derrota.
“Morena, tanto en el municipio como a nivel nacional llegó al poder por el sentimiento de la emoción, no tiene estructura para retener el poder, el triunfo de las elecciones de 2021 lo conquistarán las estructuras o el voto duro, no habrá efecto espuma como en el 2018 por ser una elección intermedia. Nelly Carrasco, diputada morenista, disputa la candidatura a la presidencia con el señor Édgar Castro Cid, empresario dueño de la distribuidora Heineken, ambos apoyados por Higinio Martínez, senador de la República, cacique de Texcoco, Estado de México. Estos forman parte del GAP (Grupo de Acción Política) de Morena que controla el 60% de las decisiones en el Edomex, rivales del otro bando morenista llamado “los puros” y que controla el 40% restante, a este grupo pertenece el presidente municipal actual. Hay divisiones en Morena, inconformidades por la imposición, peleas entre todos por la ambición de poder, el PT se ha apartado del partido eje, líderes morenistas han renunciado al partido y están buscando obtener alguna posición en partidos de reciente creación, sin esperanza alguna. Morena ha comenzado a perder la segunda y última partida de ajedrez.
“El PRI no está muerto en Nicolás Romero, tiene una base de 35 mil votos que resistieron el efecto López Obrador y que es el voto duro, saque inicial de la próxima contienda, las estadísticas reflejan un empate técnico entre Morena y el PRI, este último 4 puntos porcentuales abajo, la percepción de la ciudadanía es favorable al PRI, comentarios como: “Estábamos mejor antes que ahora” o “Estamos peor que antes” dominan el escenario. La unidad de los priistas, la permanencia en el partido de fuerzas políticas de gran peso y bien reconocidas por la ciudadanía, además de las estructuras reales sembradas en campo, son el inicio de la jugada perfecta, del triunfo asegurado. Pero hay un problema grave dentro del PRI, que de no resolverse, se pronostica otra contundente derrota para el tricolor, se trata de que no hay apertura para nuevos liderazgos, no hay oportunidad para los jóvenes que aspiran legítimamente a cargos de elección popular, se les explota en las campañas con la promesa de un cargo o responsabilidad que nunca llega, los líderes que son bien conocidos por su trabajo a favor del municipio y por ayudar a su pueblo, son vetados y mal vistos por los que intentan monopolizar el poder público”.
Para concluir con “el pueblo de Nicolás Romero es muy inteligente y podrá ser muy razonable, pero si ve las mismas caras o los mismos apellidos, nada estará seguro. Por nuestra parte invitamos a todos los ciudadanos a razonar el voto, a ver el trabajo que han hecho los futuros candidatos a favor del municipio, a conocer sus propuestas de trabajo, y que a pesar de todo, la razón esté por encima de cualquier sentimiento, de no ser así, atengámonos todos, otra vez, a las terribles consecuencias”.
Cuya respuesta del internauta Antonio Aristeo Vásquez frente a las elecciones del 2021 fue: “La situación política del municipio se ve compleja para las elecciones que vienen. Los ciudadanos nicolasromerenses tenemos que aprender a observar y a revisar la trayectoria de los futuros candidatos, sus obras anteriores y sus propuestas. No debemos ir por el puro sentimiento y votar solo por enojo o por emoción sino con base de un razonamiento del voto. No podemos caer víctimas y sufrir más pobreza, desigualdad y la delincuencia por un voto mal usado, para un mal candidato. Respuesta que comparten muchos de los habitantes de Nicolás Romero.