“Somos un grupo de mujeres dignas de salir adelante, de ya no permitir más abusos ni que se nos maltrate ni que se nos humille, hoy somos más sororas, unidas y decididas a salir adelante”.
Así lo expresó Esmeralda de Luna, presidenta de la Alianza Internacional de Mujeres Inquebrantables quien fue la encargada de entregar los reconocimientos de conclusión del taller “Cosiendo Libres”, donde más de 30 mujeres de San Pablo Autopan son confeccionistas y pueden replicar sus enseñanzas y autoemplearse.
“Estás 34 mujeres con historias y caminos diferentes transformaron su vida a través del taller denominado ‘Cosiendo Libres’, pues no solo se han capacitado como confeccionistas si no que se han transformado y lo más importante, empoderado”, indicó.
El objetivo de este taller, dijo, es construir los sueños de muchas mujeres a través de la capacitación como confeccionistas para que después ellas repliquen sus enseñanzas en otras mujeres y puedan sentirse seguras y productivas para su familia y la sociedad.
“Esta actividad no es solo un taller, sino también es un espacio donde las abrazamos, las entendemos y atendemos, es decir, sabemos qué pasa con sus emociones, para después de aprender, ellas puedan emprender”, refirió.
Hoy, comentó Esmeralda, son 34 mujeres las que se han convertido en confeccionistas y la idea es que puedan tener un taller propio y enseñen a más mujeres.
“Nos toca atender casos de mujeres víctimas y más que atenderlas es entenderlas, y transformar el concepto de víctima para que sean protagonistas de su propia historia”, agregó.
Refirió que a través de Mujeres Inquebrantables que inició con 47 integrantes, se han atendido a más de 10 mil mujeres, “nos da mucho orgullo decir que hemos transformado 10 mil historias”.
Una de las mujeres que cursó el taller agradeció esta iniciativa, pues dijo que gracias a la actividad ha podido completar una reinserción social adecuada para poder integrarse a la sociedad, a su comunidad, pero también a su familia, debido a que tras salir de prisión era rechazada y marginada.
“Gracias al proyecto de Cosiendo Libres, ya tengo un oficio y puedo contribuir a la sociedad, pero sobre todo con mi familia”, aseveró una de las egresadas.