En México, el escritor tiene que enfrentarse a un camino lleno de obstáculos para poder ser publicado y leído, para “llegar al debate entre la población y decidir si le gusta o no”, aseguró el escritor Antonio Ortuño, en el marco de la tercera edición de la Feria Internacional del Libro Estado de México.El autor de Recursos humanos mencionó que la mayoría de las personas que escriben en el país no tiene la posibilidad de publicar, incluso cuando realizan esta tarea con calidad; asimismo, destacó que el escritor se ha confundido, en varias ocasiones, con quien escribe columnas de opinión en medios, con el comunicólogo o el influencer de las redes sociales, “figuras que se venden paralelamente al escritor, pero que carecen de una obra consolidada”.
Al referirse a su último libro de cuentos, La vaga ambición, Ortuño comentó que en nuestro país las grandes editoriales “tienen cierto recelo por el cuento y se enfocan mucho en la promoción de la novela”, así que para muchos cuentistas es difícil consolidar su obra.
Antonio Ortuño, autor de La fila india, sostuvo que la actual industria editorial “es bastante ruda con los escritores jóvenes y sigue siendo difícil que alguien los lea y confíe en ellos”.
Sobre su desempeño como columnista y editor en varios medios mexicanos, expresó que “esta profesión tiene una ética muy rígida que no puede inventar o reacomodar los hechos; sin embargo, un escritor de ficción tiene que jugar entre la frontera de los verosímil e inverosímil, lo verdadero y lo falso”.
Lo que escribo, abundó, es mi forma de escapar del periodismo e incluso, en parte de lo que escribo satirizo esa forma de escribir, así que jamás he escrito algo de un periodista heroico. El también autor de Méjico enfatizó que la ironía, el humor negro y el cinismo presentes en su obra no pretenden ser algo gracioso, “pues tiende más hacia lo amargo”.
Antonio Ortuño indicó que en la formación de su obra son sumamente importantes la música y el cine. “He visto tanto cine, como he leído libros y he escuchado mucha más música que cualquier otra cosa. Todo el tiempo escucho música mientras escribo y leo”.cómo buscar información científica para la realización de tareas escolares, ensayos, artículos científicos, ponencias y otros documentos que alimentan diariamente bases de datos.
Sostuvo que existe la creencia generalizada que buscadores comerciales contienen toda la información disponible; sin embargo, no es así, ya que en muchos casos se trata de datos o fuentes no confiables; por esta razón, se requiere conocer los repositorios nacionales e internacionales que cuentan con investigaciones que atravesaron por rigurosos procesos de evaluación, a través de la revisión por pares académicos.
Con tres millones de usuarios al mes, la DOAJ tiene cerca de 10 mil revistas científicas en 35 idiomas y provenientes de 130 países, aseveró Ivonne Lujano Vilchis, quien puntualizó que los documentos son de acceso abierto e incluso, hay bases de datos que digitalizaron sus documentos a partir de 1918.