Estudiantes UAEM diseñaron biosensor capaz de detectar metales y herbicidas presentes en el agua

Con el diseño de un biosensor capaz de detectar in situ y de forma inmediata, metales y herbicidas presentes en el agua, César Flores Islas, Katia Álvarez Benítez y Adán Ramírez Sánchez, alumnos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, ganaron en la Categoría Ambiental, el Premio a Jóvenes Inventores e Innovadores del Estado de México 2017, organizado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (COMECyT). Por su alta innovación, el biosensor microfluídico para tóxicos basado en fluorescencia de microalgas clorofíceas diseñado por los universitarios tiene amplias posibilidades de adquirir su registro de patente, ya que los jóvenes ya realizaron los trámites preliminares ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Los estudiantes detallaron que el funcionamiento del biosensor, el cual tiene una forma similar a una tarjeta y está diseñado con microcontroladores, se fortalece con el uso de microalgas clorofíceas, cuya eficacia en la detección de contaminantes está probada, de acuerdo a su uso en el campo de la ciencia ambiental.
Indicaron que el biosensor, uno de los 99 diseños propuestos por jóvenes de instituciones educativas de toda la entidad que participaron en el certamen del COMECyT, podría detectar de forma inmediata la presencia de contaminantes, a diferencia de las pruebas realizadas en laboratorios; además, por su sistema amigable, permitiría que cualquier persona pueda comprender los resultados que arroja, tras colocar una pequeña muestra de agua en el dispositivo.
Los alumnos refirieron que al proyecto propuesto, se agregó un detallado estudio de mercado que responde a la actividad acuícola en la entidad mexiquense y atiende los requerimientos mínimos en materia de sanidad que, entre otras actividades, refiere al establecimiento de criaderos de peces para consumo humano.
Finalmente, César Flores Islas, Katia Álvarez Benítez y Adán Ramírez Sánchez enfatizaron la importancia de que alumnos se integren a las actividades científicas de manera multidisciplinaria, especialmente para contribuir con conocimiento innovador y de aplicabilidad social.