- Más de 250 personas recibieron visita guiada a la muestra del artista danés Danh Vo
Este sábado abrió al público la muestra Jardín con palomas al vuelo, del artista danés de origen vietnamita, Danh Vo, quien a través de una gran y a la vez sutil intervención al emblemático recinto, da cuenta de un espacio vivo, revelando los sistemas invisibles detrás de escena para asegurar su funcionamiento y las tareas de conservación a lo largo de los años, viendo a la casa como un museo en constante transformación.
Durante la mañana y el medio día de ayer, más de 250 visitantes, pudieron acceder de manera gratuita y en visita guiada a este gran exposición, que presentada por Estancia FEMSA y la Casa Luis Barragán, cobra especial relevancia al explorar la arquitectura y la vida de los objetos y de la gente que habitó una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto internacional, poniendo de manifiesto las capas temporales que se acumulan en el espacio y las múltiples transformaciones que éste ha tenido desde su construcción, señalando así la impermanencia de su discurso museográfico y entendiendo la arquitectura de Luis Barragán (1902-1988) como un archivo vivo y un laboratorio activo de ideas.
Durante el recorrido participaron la Directora artística de Estancia FEMSA, Eugenia Braniff y la curadora, Natalia Valencia, quienes para esta instalación trabajaron de la mano de Danh Vo, reconocido a nivel mundial por obras que abordan acontecimientos históricos y políticos, así como por el cuestionamiento de la construcción y el legado de los conflictos, valores y traumas culturales.
Al respecto, Braniff destacó la trascendencia de revalorizar y revisitar la Casa Luis Barragán, como un laboratorio en constante construcción, haciendo alusión a cómo el arquitecto fue cambiándola a lo largo de su vida, modificando desde muros y ventanas, hasta el jardín; actos que son inspiración del artista. “Lo que Danh hace a través de gestos, cerrando espacios y abriendo muchos otros, exagerando algunos arreglos florales hechos con el ama de llaves de la casa”, explicó.
A través de elementos muy poco invasivos, Vo devela un recinto siempre cambiante, “el artista hizo movimientos en el mobiliario de la casa y abrió nuevos espacios nunca antes accesibles al público… muestra en el estudio piezas emblemáticas de Barragán, colocados para mostrarlos en su totalidad”, comentó la historiadora.
La serie de gestos leves y silenciosos recorren toda la casa y su jardín, dando a conocer por primera vez, a través de alteraciones muy sutiles, muchos aspectos y etapas en la vida del lugar para el ojo común inadvertidos, haciendo énfasis en la luz, con la instalación de cerca de 500 velas, que funcionan en momentos en que lugar no está abierto al público. “La mayoría de visitantes no han visto de noche todos estos juegos de luz que Barragán creó y que se ve aumentado también con las velas, que iluminan el lado Este de la casa, que regularmente permanece en penumbras”, detalló Valencia.
Las velas, elaboradas a mano en Oaxaca mediante un proceso artesanal ya casi extinto, y tinturadas con grana cocinilla, tienen una connotación muy mexicana, conectada con los intereses del arquitecto en las formas populares y tradicionales, representando un elemento prehispánico que tuvo una gran importancia económica durante el Virreinato. El rojo de la grana cochinilla se conecta también con el catolicismo, visto por el artista como un arma del colonialismo.
Danh Vo, quien salió de Vietnam a muy temprana edad huyendo de la guerra para establecerse en Dinamarca, clarifica la relación entre los elementos inseparables que conforman nuestra identidad, por medio tanto de la historia colectiva como de las experiencias personales. La presentación de objetos basados en el principio del ready-made es una estrategia característica su práctica artística.
Por medio de objetos cargados de un simbolismo que retiene y sublima el deseo y la tristeza de individuos y culturas enteras, Vo examina cómo el contexto altera el significado. El trabajo de Danh Vo, enigmático y poético, esquiva con destreza lo didáctico al explorar los juegos de poder subyacentes en las sociedades liberales y la fragilidad de nuestro concepto de Estado-Nación.
Ha presentado exposiciones individuales en museos como el Guggenheim de Nueva York, el SMK de Copenhague y la Galería Nacional de Singapur, además ha participado en la exposición internacional de arte de la edición 55 Bienal de Venecia (2012) y representó a Dinamarca en la 56 Bienal de Venecia (2015) con la exposición Mothertongue.
Jardín con palomas al vuelo, podrá ser visitada con cita previa hasta al 13 de enero de 2019, de lunes a domingo, en la Casa Luis Barragán, ubicada en General Francisco Ramírez núm. 14, en la colonia Daniel Garza de la Ciudad de México. Para mayores informes visite http://www.casaluisbarragan.org