Los docentes son parte fundamental para que niñas, niños y jóvenes conozcan, ejerzan y disfruten sus derechos humanos, al fomentar la convivencia escolar positiva, ya que no es suficiente transmitirles conocimiento sino fomentarles valores, destacó la subdirectora de Capacitación al Sistema Educativo Nacional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Gilda Cuevas Rodríguez.Explicó que los derechos humanos son las facultades y libertades de las personas y el límite que tienen es no perjudicar a nadie ni a sí mismo, es decir, regulan las relaciones humanas y las conductas hacia los demás, por tanto, el respeto a la dignidad humana se basa en el trato para todas las personas por igual.
Al impartir la conferencia “Dignidad y desarrollo de competencias socio-emocionales” en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, sugirió a los docentes aterrizar los derechos humanos en situaciones prácticas que los educandos viven y enfrentan diariamente, por ejemplo a través del juego aprenden a manejar la frustración, a tener amigos, entre otros aspectos, por ello deben encauzarlos.
Mencionó que ante la situación de violencia que se vive, se debe poner énfasis en el desarrollo de competencias socio-emocionales y objetivos actitudinales, a fin de que prevalezca el respeto en la relación entre maestro y estudiante, los propios compañeros de clases, padres de familia y docentes y, en general hacia las otras personas.
La especialista comentó que sólo es cuestión de retomar los valores que se reciben en casa y reafirmarlos en la escuela, pues en la actualidad no se da la importancia que tiene la honestidad, honradez, libertad, justicia, igualdad, la verdad, y hasta se critica a quien los ejerce, situación que se debe revertir.
En la escuela se forma a las personas profesionalmente y también para enfrentar la vida, por ello, deben explicar a los estudiantes que si bien tienen prerrogativas, también les corresponden deberes, pues muchas personas creen que los derechos humanos les permiten hacer lo que quieran, sin embargo deben hacerse responsables de las consecuencias de sus actos.