Chimalhuacán, Estado de México.- La escasez de agua que desde hace más de dos años aqueja a los habitantes del municipio de Chimalhuacán, está alcanzando niveles críticos: la gente de varias colonias se encuentra en una situación desesperada por las dificultades que diariamente deben enfrentar para acceder al suministro básico de agua.
Doña Socorro “N” del barrio de San Agustín, denunció que ni el gobierno municipal encabezado por Xóchitl Flores Jiménez ni la directora del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Odapas), Miriam Lira, han ofrecido soluciones a los reclamos de agua que les ha hecho la ciudadanía: “el gobierno municipal sólo nos ha engañado; desde hace dos años le hemos pedido y exigido que trabaje para que el agua llegue a nuestras casas y nada; sólo se les va en discursos vacíos y promesas incumplidas, con lo que sumen a los ciudadanos en un estado de frustración y desconfianza”.
“Lo más alarmante, denunció doña Socorro, es la presencia de numerosas fugas de agua en diferentes puntos del municipio; por ejemplo, tenemos una en la calle Zopilote Mojado y la calle San Juan, del arrio San Agustín y en la calle Patli del barrio Alfareros, donde el líquido se desperdicia sin consideración… esta situación es más inaceptable en el contexto de escasez generalizada, pues esas fugas privan a más hogares del acceso al agua potable.”
Al igual que los barrios nativos de San Agustín y San Lorenzo, los habitantes de la parte baja del municipio también sufren desabasto de agua: en la Parte Baja los barrios que más padecen de falta de agua son: Acuitlapilco, Herreros y Hojalateros, entre otros; los vecinos de este último han recibido promesas de solución, pero la red sigue sin agua potable y el abasto con pipas es insuficiente. Los vecinos, por su parte, han mostrado sus recibos de pago al corriente, para evitar pretextos, pero el Odapas no los atienda.
“Antes teníamos agua suficiente porque funcionaban 32 pozos que hicieron las administraciones pasadas, es más en 2021 la administración respectiva levanó bandera blanca en abasto de agua municipal; pero desde que entró al poder la actual presidenta, Xóchitl Flores Jiménez, poco a poco empezaron a dejar de funcionar. Esos 32 pozos tienen la capacidad para proveer suficiente agua para los casi un millón de habitantes de este municipio; pero no es así”.
Para don Jesús “N”, vecino del barrio Herrero, “los distribuidores de agua potable contribuyen a desperdiciar agua durante el transporte y además cobran tarifas excesivas por un servicio que es un derecho básico”.
En su segundo informe de gobierno, la gobernante municipal informó que asignó 2 mil 493 millones para el para el “mantenimiento y buen funcionamiento de la red hidráulica”, pero los resultados “son malos, aseguró don José, pues en vez de mejorar sigue empeorando la escasez de agua”.
“A los ciudadanos nos urge que las autoridades municipales sean efectivas para solucionar el problema del agua que vivimos en Chimalhuacán; la falta de solución al problema sólo prolongará el sufrimiento de los ciudadanos y profundizará la brecha de desigualdad en la comunidad”, concluyó don José.