La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, llamó a replantear la relación que se tiene con la madre tierra, a fin de privilegiar acciones que contribuyan a ejercer el derecho a un medio ambiente sano y además, no afecten el bienestar de las futuras generaciones.
En ese sentido, el organismo defensor pidió a las autoridades de los diferentes niveles, a las asociaciones civiles y la población en general, asumir el compromiso de respetar el entorno, a través de la promoción de la cultura del cuidado del medio ambiente.
Para garantizar el derecho de toda persona a vivir en un ambiente adecuado para su desarrollo, salud y bienestar, se cuenta con normatividad a nivel nacional e internacional, en torno a la preservación, restauración y protección del equilibrio ecológico.
México ratificó en 1992 el Convenio sobre diversidad biológica, el cual contempla lo referente a los recursos genéticos, especies y ecosistemas, también reconoce que la conservación de la diversidad biológica es una preocupación para la humanidad y una parte integrante del proceso de desarrollo.
Entre otros instrumentos que México ha firmado, destaca el Convenio de Colaboración en materia de gestión ambiental urbana con Alemania, para recibir asesoría técnica, gestión integral de residuos sólidos, sostenibilidad energética, movilidad urbana, aprovechamiento integral de agua y biodiversidad; y el Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la biotecnología del convenio sobre la diversidad biológica.
El convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, fue ratificado por nuestro país en 2003, y su objetivo es proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los contaminantes orgánicos persistentes con propiedades tóxicas que son transportadas por aire, agua y especies migratorias; mientras que el Acuerdo de Cooperación para la conservación de la vida silvestre fue firmado por México, Canadá y Estados Unidos.