Ciudad de México, 1 de octubre de 2024 — “La política se hace con amor, no con odio”, afirmó Claudia Sheinbaum Pardo al asumir la presidencia de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo.
Claudia Sheinbaum cerró su discurso con un llamado a gobernar desde el amor, no desde el odio, destacando que la felicidad y la esperanza de México se fundamentan en el amor al prójimo, a la familia y a la patria.
Durante su histórico mensaje a la nación, Sheinbaum subrayó que su gobierno se basará en los principios del Humanismo Mexicano y la continuidad de la Cuarta Transformación, llamando a la unidad y al amor al prójimo, la familia, la naturaleza y la patria como bases para la felicidad y esperanza del país.
Sheinbaum delineó los principios que guiarán su mandato, empezando por el compromiso de “por el bien de todos, primero los pobres”, reforzando la idea de que la prosperidad debe ser compartida y que la justicia social será un pilar de su administración. Subrayó la necesidad de una austeridad republicana, donde el gobierno viva sin lujos ni privilegios, recordando la máxima juarista de que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.
La honestidad y la ética fueron otros de los ejes centrales de su discurso, destacando que la corrupción debe combatirse no solo por principios morales, sino porque representa un obstáculo para el bienestar del pueblo. “La honestidad da resultados”, aseguró Sheinbaum, dejando en claro que la transparencia será un sello distintivo de su gobierno.
En defensa de la democracia, la presidenta expresó que “con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada”, y reiteró que las libertades de expresión, prensa, reunión y movilización serán garantizadas. “Prohibido prohibir”, agregó, en referencia a la libertad como esencia de la democracia.
Otro de los temas centrales fue el cuidado del medio ambiente, vinculado directamente al desarrollo y bienestar del pueblo, así como la lucha por la igualdad sustantiva de las mujeres y la condena al clasismo, racismo y cualquier forma de discriminación.
En política exterior, Sheinbaum afirmó que México seguirá siendo un país soberano, libre y democrático, abogando por la paz y la fraternidad entre las naciones, pero sin subordinación.
“Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo”, concluyó Sheinbaum, reafirmando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la diversidad en todas sus formas.
Con estas palabras, Claudia Sheinbaum inicia su mandato con un llamado a la unidad, la justicia social y el amor como motores del cambio para el México del futuro.