Nicolás Romero, México.- Con el objetivo de mejorar las condiciones sociales y económicas de los campesinos del Estado de México, el Movimiento Antorchista y miles de sus agremiados realizaron a principios de año numerosas gestiones, mítines, marchas y difusiones públicas que redituaron en el logro de fertilizante subsidiado para 80 mil campesinos de diferentes municipios de la entidad, beneficio con el que habrá 250 mil toneladas más de producción por año, señaló el dirigente social en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz.
Este logro se está propagando con la difusión de miles de volantes repartidos en los municipios de Villa del Carbón, Atlacomulco, Jilotepec, Chapa de Mota, Nicolás Romero y las regiones de Volcanes, Tierra Caliente, Sur y Valle de Toluca. Con el fertilizante subsidiado los pequeños productores del campo sembrarán maíz, frijol, jitomate, pepino, fresa, caña, aguacate y avena, productos que ya cosechados generarán bienestar a miles de familias del estado.
En él se contrasta lo que hace el gobierno federal, quien prometió un programa de fertilizante en el que se destinarán mil millones de pesos para toda la República, programa que sólo alcanzará para uno o dos estados y que no llegará a las zonas campesinas del resto del país, y con ello, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador olvida y deja sin apoyo a millones de personas que viven de la producción del campo.
Antorcha en cambio, dice el folleto, si logra llevar fertilizante al campesino más humilde, puesto que con el insumo agrícola que gestionó la organización social se apoya la producción de más de 50 mil hectáreas.
Lo anterior demuestra, indicó el dirigente social, que la única manera de mejorar las condiciones de vida de las familias humildes es organizarse dentro del Movimiento Antorchista. Pero no sólo podremos ganar mejores condiciones a corto plazo, sino además, con la fuerza que nos dará el que más mexicanos se sumen a nuestra organización, se podrá cambiar el modelo económico por otro donde prevalezca la creación de empleos mejor pagados, una política fiscal equitativa y la reorientación del gasto público hacia quienes más lo necesitan.