- No es momento de matar al campo, sino de impulsarlo con vida: Ramiro Melchor Blanco
Villa del Carbón, México.- Rumbo a la recesión económica y la enfermedad del Coronavirus que ya se vislumbra como un problema nacional, ocasionado por las malas decisiones del gobierno federal y la no acertada directriz para contener la pandemia que afectará a todos los mexicanos, en el Estado de México se agregará que más de 300 mil campesinos lleguen a la hambruna en próximos meses ocasionada por la falta de apoyos al campo mexiquense del gobierno de Alfredo del Mazo Maza, denunció el dirigente campesino del Movimiento Antorchista en la región, Ramiro Melchor Blanco.
El Estado de México, de acuerdo con el Inegi 2015 cuenta con una población de 16 millones 187 mil 608 habitantes, de estos, el Coneval, en su estudio de pobreza de 2018, señaló que en el 2016 el 47. 9 por ciento de la población vivía en situación de pobreza, esto es que 8 millones 230 mil 200 personas no tienen para cubrir sus gastos en alimentación, casa, vestido o sustento y además que les hacen falta servicios de pavimentaciones, agua potable, drenaje, e incluso requieren aulas, techumbres o alguna obra que les permita vivir mejor.
Así, la recesión económica que viene, más la hambruna ocasionada por la falta de subsidios a fertilizantes, semilla mejorada y herbicidas en el Estado de México, por la insensibilidad de Alfredo del Mazo Maza, hará que los campesinos de temporal de Villa del Carbón, Chapa de Mota, Jilotepec, Ecatzingo, Ozumba, Nextlapan, Chalco, Temamatla y Zumpango, Sultepec, San José del Rincón, Luvianos, Zumpahuacán, Tlatlaya, Tejupilco, Villa de Allende, Temascalcingo, Acambay, Villa Victoria, San Simón, Almoloya de Alquisiras e Ixtlahuaca entre otros, estén en una compleja situación, indicó.
Para revertir este escenario, hace falta que reaccione el gobierno estatal y que se disponga, así como lo ha hecho en años anteriores, a subsidiar los insumos al campo, solo este mes queda para que los pequeños productores siembren a tiempo e irriguen la tierra con el fertilizante, de esto dependen 300 mil personas que viven de su trabajo y cosecha, no es momento de matar al campo sino de impulsarlo con vida, puntualizó Melchor Blanco.