- Urgió en robustecer la vigilancia y la capacidad de diagnóstico de laboratorio para apoyar la detección de casos, proporcionar el tratamiento indicado e identificar las poblaciones en alto riesgo.
- Planteó delinear estrategias nacionales de prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos y fortalecer la capacidad de laboratorio.
- Reconoció la necesidad de una acción global para su control debido a su extraordinaria capacidad para desarrollar resistencia a casi todos los antibióticos que se utilizan para el tratamiento de primera línea.
Ante el número creciente de infecciones de trasmisión sexual (Neisseria gonorrhoeae) con resistencia a los antibióticos (cefalosporinas de espectro extendido), la Fundación No Más Negligencias Médicas demandó al gobierno federal a fortalecer la vigilancia y la capacidad de diagnóstico de laboratorio para apoyar la detección de casos, proporcionar el tratamiento indicado e identificar las poblaciones en alto riesgo.
Al sumarse a la convocatoria de Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente nacional de dicha asociación civil, Fernando Avilez Tostado, aseguró que junto con estas acciones se debe fortalecer las medidas de prevención y el manejo adecuado de casos que constituyen la medida esencial para mitigar la resistencia a los antimicrobianos.
Para ello, urgió en robustecer la vigilancia epidemiológica como componente clave de las estrategias nacionales de prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos y fortalecerse, junto con la capacidad de laboratorio, para detectar infecciones asintomáticas y fallas de tratamiento, así como identificar comunidades y poblaciones de alto riesgo.
Avilez Tostado recordó que la gonorrea es considerada como una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) priorizadas, que requiere una acción global para su control debido a su extraordinaria capacidad para desarrollar resistencia a casi todos los antibióticos que se utilizan para el tratamiento de primera línea.
Mencionó que los antibióticos tales como sulfanilamida, penicilina, tetraciclinas, macrólidos (por ejemplo, eritromicina) y fluoroquinolonas, son actualmente poco recomendables para el tratamiento de la gonorrea por la alta prevalencia de cepas gonocócicas que son resistentes a estos antibióticos.
Dijo que de acuerdo a los datos de la Red de Vigilancia de Antimicrobianos de América Latina, entre 2005 y 2015 se notificaron altos niveles de resistencia a tetraciclina, penicilina y ciprofloxacina en países de América Latina.
De igual forma, puntualizó, las cefalosporinas de espectro extendido son actualmente la última línea de antibióticos disponibles recomendados para el tratamiento monoterapico de la gonorrea. Por lo tanto, se necesita de manera urgente prevenir y controlar su resistencia para que la gonorrea se mantenga como una infección tratable.
Es por ello que la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud ha recomendado, a sus Estados miembros, implementar acciones de prevención y control para contener la propagación de cepas de “gonorrhoeae” resistentes a cefalosporinas de espectro extendido.
Reconoció que la prevención y el manejo adecuado de casos de gonorrea tienen un impacto, tanto en la reducción de la carga de la gonorrea como en la mitigación de la resistencia.
Avilez Tostado demandó al titular de la Secretaría de Salud, José Narro Robles, a robustecer la vigilancia epidemiológica en materia de prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos junto con la capacidad de laboratorio, para apoyar a detectar infecciones asintomáticas y fallas de tratamiento, así como para identificar comunidades y poblaciones de alto riesgo.
De igual manera, dijo que es necesario monitorear la resistencia a los gonococos a nivel nacional a través de una fuerte colaboración entre los programas nacionales de VIH/SIDA/ITS y los laboratorios nacionales de referencia, así como desarrollar estrategias para la detección de infecciones asintomáticas entre los grupos de riesgo y la población vulnerable y de acuerdo con el contexto local, establecer los criterios para definir los casos de fallas de tratamiento, entre otras medidas.