- El Grupo Parlamentario de MC (GPMC), coordinado por el diputado Juan Manuel Zepeda, planteó reconocer la técnica tradicional del rebozo como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México y declararla de orden público e interés social.
- La declaratoria permitirá fomentar la investigación, la capacitación, las cadenas productivas justas, el turismo cultural responsable y el diseño de políticas públicas que garanticen su preservación.
Para preservar las expresiones culturales que fortalecen la identidad mexiquense y garantizar su transmisión a las futuras generaciones, el Grupo Parlamentario de MC, coordinado por Juan Manuel Zepeda Hernández, propuso reconocer la técnica tradicional del rebozo como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México y declarar de orden público e interés social su fomento, conservación, promoción, patrocinio y salvaguarda de esta tradición.
Durante la sesión deliberante, la diputada Maricela Beltrán Sánchez (MC) expuso que el rebozo representa una de las expresiones culturales más antiguas, significativas y vigentes de la identidad mexiquense, y que su elaboración constituye un proceso artesanal minucioso que requiere conocimientos técnicos heredados, los cuales han perdurado en municipios como Tenancingo, Malinalco, Zumpahuacán y Calimaya, donde familias enteras han preservado técnicas de teñido, jaspeado y tejido reconocidas a nivel nacional e internacional.
“Esta iniciativa tiene un propósito claro: cuidar, fortalecer y dignificar la labor de quienes tejen los rebozos, nuestras artesanas y artesanos. Declararlo patrimonio permitirá impulsar su investigación y documentación, fomentar programas de capacitación y autenticidad, generar cadenas productivas justas y promover un turismo cultural que no explote, sino que acompañe y respete”, expresó la parlamentaria en tribuna.
El documento añade que dicha declaratoria brindará oportunidades para promover un turismo cultural responsable, fortalecer cadenas productivas regionales y posicionar al Estado de México como referente nacional en la protección del patrimonio cultural inmaterial.
Además, la protección jurídica permitirá construir políticas públicas sensibles al contexto artesanal, fomentando entornos donde las técnicas tradicionales convivan con innovaciones responsables sin poner en riesgo la esencia del saber comunitario. Otro componente fundamental consiste en integrar los saberes textiles en los modelos de educación formal y comunitaria, de modo que las nuevas generaciones reconozcan el valor del rebozo como un elemento vivo de su identidad cultural.