Pese a que el año empezó con molestia, manifestaciones y protestas por el gasolinazo, todo estriba en pedirle al que impuso la medida a que la retire o la cambie, lo cual parece difícil cuando el mismo presidente de la República, Enrique Peña Nieto sale a decir que no se puede, que nos comprende, que es doloroso, pero que no hay nada que hacer. Lo cierto que si las marchas y mega-marchas no logran su cometido habrá dos caminos para la venganza ciudadana.La primera de ellas, estriba en la medida “post-apocalíptica” de ejercer el voto de castigo hacia el partido del presidente –PRI- en las tres contiendas estatales que se aproximan en Nayarit, Coahuila y Estado de México, pese a que esto no tenga nada que ver con los hechos de los gobiernos en turno que pueden estar dando o no buenos resultados.
Es decir, el voto de castigo podría ser la vía por donde se canalice el descontento social muy acosta de que se va intentar combatir con una serie de dadivas y regalos a los más pobres, para que sigan votando por el partido oficial. Y estando tan cara la gasolina, quién no va a recibir un apoyo del gobierno? Algunos pretextando que lo necesitan, otros como una forma de cobrarle en efectivo al gobierno, pero si la conciencia ciudadana puede más el PRI está frente a un reto difícil.
No sabemos si el descontento social por el gasolinazo durará hasta el 2018 pero si puede ser factor en el 2017.
La otra venganza, sin duda, será comercial.
La gente consciente del momento que se vive, sabe que hoy los empresarios gasolineros no se tentaron el corazón para acatar el alza de precios al hidrocarburo, por lo que al entrar otras cinco empresas a surtir de dicho producto, los mexicanos optaran por comprar donde esté más barato, por lo que PEMEX se desfondará aún más.
En ese momento vendrá nuevamente el llamado nacionalista a consumir lo que el país produce ante la oferta extranjera de combustible, pero vendrá la revancha del ciudadano quien sin tentarse el corazón, pensará más en su bolsillo por encima de otros sentimentalismos artificiales.
Ahora va lo más lamentable: ambas venganzas ya las sabia el gobierno federal, la primera para propiciar la entrega del poder a un partido distinto al suyo, generando la alternancia, la transición pacífica en lo electoral y retrasar el estallido social que debió gestarse desde principios del siglo.
La segunda propiciando que la entrada de empresas extranjeras a vender gasolina en México sea exitosa, al grado de que -sin haber trascendido- algunos políticos nacionales son socios comerciales de las nuevas opciones en las que cargarán combustible los mexicanos enojados y molestos por el hoy tan nombrado GASOLINAZO.
Quizá hoy muchos digan que no es cierto, tal acuerdo, pero ya hay un indicios firmes al respecto. Primero, la triada Trump-Videgaray-Peña la cual es una relación para proteger los intereses de todos y tocando el tema de la gasolina, solo cabría una pregunta por el momento:
¿Por qué el nuevo presidente de EEUU no llama a las empresas gasolineras a no invertir en México como lo está haciendo con la FORD y la General Motors?
PARA LA AGENDA ELECTORAL… El pasado fin de semana se registró como candidato independiente a la gubernatura del Estado de México, Isidro Pastor Medrano, quien fuera compañero de Enrique Peña Nieto en el mismo proceso del 2005 en que fue electó gobernador y el primero, fuera exiliado a la ignominia quedando como “innombrable” durante el periodo peñista.
De los dos candidatos independientes, Isidro Pastor, es el más fuerte, dado que la señora empresaria figura como una caricatura política mal asesorada por un joven empresario de “ascendencia libanesa, no legitimada”, que no entiende nada de comunicación y mucho si, de cobrar y cobrar.
Isidro va a dar mucho de qué hablar.