- Un país sin pobreza ni desigualdad, el propósito de Antorcha
Villa del Carbón, Estado de México.- Conocer nuestra historia, sus protagonistas y el papel que juega el pueblo en la transformación de la sociedad, es parte de la educación política que brinda el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) a los colonos adheridos a la organización social en la consolidación de un México en el que no exista la pobreza ni desigualdad, señaló el responsable de la comunicación social del MAN en el noroeste mexiquense, Francisco Figueroa, durante la reunión de los plenistas de Villa del Carbón, con motivo de la conmemoración de la Independencia.
“Recoger, analizar y valorar las enseñanzas de nuestra historia, permitirá avanzar con paso firme en la consolidación de una organización política capaz de conducir a nuestro pueblo en la construcción de un país con mejores oportunidades para los más desprotegidos de nuestra sociedad”, indicó Francisco Figueroa al puntualizar que el personaje principal de la Independencia fue el pueblo, con su sangre se conquistaron los derechos plasmados en las Constituciones de 1824 y 1857 de libertad de expresión, de imprenta y de reunión, de igualdad ante la ley, de educación, a la propiedad, a la seguridad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad religiosa.
Sin embargo, en el transcurso del tiempo -dijo- los gobiernos al obedecer los intereses de los que ostentan el poder, han disminuido legalmente tales derechos al modificar las leyes o los han reducido a solo en el papel, ya que la realidad demuestra que para gozar de dichos derechos se tiene que contar con recursos, recursos que solo tienen los ricos; porque en México el pobre no es libre de expresarse en los grandes medios de comunicación, el pobre en los hechos no es igual al rico ante la ley, al pobre se le restringe la educación profesional, el pobre no puede pagar un abogado para contar con seguridad jurídica, el pobre por más que trabaje puede morir de hambre y enfermedades ¿en dónde está su derecho a la vida?
Si analizamos nuestra Constitución nos daremos cuenta que la pobreza suprime el derecho a un hogar digno, el derecho a un trabajo bien remunerado, el derecho a una educación profesional, el derecho a un sistema de salud gratuito y de calidad, el derecho al agua potable, el derecho a una vida sana, el derecho a la cultura y recreación.
Ante esta perspectiva, el pueblo debe aprender de historia, de filosofía, de economía y como un solo hombre proponerse la construcción de un nuevo país en el que todos los mexicanos vivan mejor, al cambiar el capitalismo por otro modelo más humano y equitativo en el que se distribuya la riqueza social al crear fuentes de empleos formales para todo aquel que este en edad de trabajar; donde los trabajadores ganen salarios bien remunerados con los que sus hijos puedan comer, vestir, estudiar y hacer deporte; donde se paguen impuestos progresivos y se evite la evasión fiscal por las grandes empresas; y donde se aplique el gasto social en la construcción de infraestructura para las comunidades populares. Por eso reconocemos la disposición y el ánimo de los integrantes del equipo campesino en el noroeste mexiquense, para seguir aprendiendo y fortaleciendo su conciencia política, subrayó.