*La guerra proxy de EE. UU. contra Palestina y Ucrania. La solución del conflicto no llega del occidente civilizado sino del Sur Global. El asesinato de niños palestinos tiene la intención de exterminar futuras amenazas
Ciudad de México.- En una reciente entrevista con el Informativo de Oriente Capital, Nydia Egremy, colaboradora de la revista Buzos, reconocida especialista internacional, expuso la grave situación en Gaza, describiendo los acontecimientos actuales como una guerra asimétrica y un genocidio. Sus comentarios reflejan una perspectiva clara y contundente sobre la dinámica de poder y la inacción de la comunidad internacional. Aquí los puntos clave de esa charla.
Guerra Asimétrica y Genocidio
Nydia destacó que la situación en Gaza representa una guerra asimétrica, donde solo un lado posee un ejército con una estrategia de conquista colonial y exterminio. Subrayó que lo que estamos presenciando es una limpieza étnica y un castigo colectivo sobre una población civil desarmada, que ha sido sometida a hambre durante más de 15 años recientemente, y 75 en total, desde que los despojaron de sus tierras y los enceraron en la “franja”. Este fenómeno es lo que los expertos denominan “necro-poder” del régimen israelí.
Doble Discurso de Netanyahu
La especialista también criticó el doble discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: el “objetivo” de Israel es liberar a los rehenes y acabar con Hamas, sin embargo, 29 mil muertos, 7 mil desaparecidos después, la destrucción total de las ciudades de Palestina en busca de “terroristas”, e impedir que entre la ayuda humanitaria, refleja las mentiras del Estado de Israel. Señaló que cualquier crítica a las acciones de Israel es rápidamente etiquetada como antisemitismo, mientras se continúa con un genocidio abierto. Egremy hizo énfasis en la importancia de reconocer la diferencia entre criticar un Estado y ser antisemita o racista.
Inacción de la Comunidad Internacional
La internacionalista destacó la inacción de la comunidad internacional, que ha mantenido un doble discurso durante los últimos 75 años. Recordó que la Resolución 18-85 de 1948 de la ONU, estableció el derecho tanto de Palestina como de Israel a tener estados libres, independientes y soberanos, pero que solo se creó el Estado de Israel con un fuerte respaldo occidental. Recordemos que el Grupo de los 7 (G7), ha negado el reconocimiento del estado Palestino, y con indiferencia, apoyan la barbarie perpetrada contra el pueblo palestino, nos referimos a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá y a los tres países que formaran la alianza nazi-fascista durante la segunda guerra mundial: Alemania, Italia y Japón. Desde el 7 de octubre, tras la operación “Diluvio de Al-Aqsa” por parte de la resistencia palestina, la respuesta internacional ha sido tibia y, en muchos casos, insuficiente.
Nuevos Actores y Cambios Geopolíticos
A pesar de la inacción, Nydia mencionó la emergencia de nuevos actores y comportamientos en la escena internacional. Recientemente, países como España, Irlanda, Eslovenia y Noruega han empezado a reconocer al Estado Palestino, lo que refleja un cambio en el panorama geopolítico. México, de manera tibia se acaba de sumar a estos reconocimientos. Aun así, la especialista critica que estas acciones sean principalmente discursivas y no efectivas. El verdadero cambio no ha llegado del occidente “democrático” y “civilizado”, sino del Sur Global, empezando en diciembre del año pasado, Sudáfrica demandó a Israel por violar la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Conclusión
Nydia concluyó señalando que el mito del derecho moral de Israel a existir a costa de los palestinos se está desmoronando. La operación Al-Aqsa demostró las fallas de los servicios de inteligencia israelíes y puso de manifiesto la injusticia de privar a los palestinos de recursos básicos como agua y comida. La especialista instó a la comunidad internacional a tomar medidas más decisivas para poner fin a este conflicto y proteger los derechos humanos del pueblo palestino y a todos a abrir los ojos: el mundo “pacífico”, “democrático” y “civilizado” que nos quiere vender el imperialismo norteamericano, es el disfraz de una conquista colonial del mundo sin necesidad de una guerra global, instancia a la que nos están orillando los deseos de supremacismo norteamericano.
Lo que vemos en Palestina y Ucrania, dijo, es una guerra proxy, es decir, EE.UU., ha puesto el dinero y las armas, pero los hombres los ponen Israel y Ucrania, para vencer a los que el capital considera peligrosos para impedir su dominio global, sin que los americanos metan las manos directamente, lo que ya ocurrió en las primeras dos guerras mundiales, finalizó Egremy.