Si el pasado 4 de junio a la par de escoger al futuro gobernador del Estado de México, también se habría electo al Congreso que lo acompañaría en la primera parte de su mandato, en este momento hablaríamos de un gobierno del PRI con un Congreso Opositor fuertemente cargado hacia MORENA, con casi 25 diputaciones locales ganadas de mayoría más las que le fueran asignadas por representación proporcional.Por lo que el análisis de los resultados electorales mexiquenses no puede ser tan ligero como se quisieran en los círculos priístas donde se afirma que Alfredo del Mazo ya ganó y gobernará sin complicaciones, pues si este escenario es solamente el obtenido en este 2017, el que se avecina resulta más complicado.
En el 2018, el efecto AMLO pudiera duplicar el número de votos anti-PRI o anti-sistema, dado que el hartazgo no se ha muerto de golpe, sino que por el contrario, el hecho de que MORENA no haya ganado, devuelve al tabasqueño el discurso de que le han robado al pueblo y por tanto, pide la revancha.
Es obvio que todos los partidos trabajan en la contención del crecimiento desmedido de MORENA para el 2018, al grado de que se adelanta la alianza del PRI con su aliados, la del PAN-PRD y sin duda, la opción de fortalecer las candidaturas independientes para que puedan ser la vía de participación social que desfonde a los partidos que han capitalizado el descontento ciudadano.
El futuro gobernador en su primer año tendría trabajar para poner los cimientos de su sexenio, para que gane su partido la carrera presidencial y para evitar que MORENA le gane el control del Congreso, desde donde se le podrían complicar las situaciones.
Desde el año de 1997, cuando el PRI perdió la mayoría absoluta de la Legislatura y se dividió en tres tercios, no se ha podido recuperar la preminencia del partido oficial, pero nunca se ha planteado el hecho de que pudiera ser minoría por debajo de las alianzas del PT-MORENA y del PRD-PAN.
Los resultados favorables para MORENA en 25 distritos locales hacen que la selección de candidatos sea más cuidadosa, pues aunque no ganen directamente podrían ser quienes se integren al Congreso por el principio de representación proporcional. Es esos 25 escaños no solo está la posibilidad de ganar, sino de entrar al Poder Legislativo, desde dos vías.
El control de la Cámara de Diputados para el periodo 2018-2021 está en juego, en futuros comentarios hablaremos de los nombres de los que suenan para coordinadores del PRI y de MORENA.