La 59 Legislatura mexiquense rindió un homenaje póstumo y un minuto de aplausos a Leopoldo Flores Valdés, el “artista plástico más importante de nuestra entidad; magistral pintor, inigualable escultor, pero sobre todo el muralista más grande del Estado de México”, afirmó el diputado Jacobo David Cheja Alfaro, vocal de la Junta de Coordinación Política.En nombre de la Legislatura estatal, el también coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano dijo que “sin duda hemos perdido a un gran mexiquense, a un extraordinario ser humano, pero no al artista; porque su invaluable legado universal hablará por siempre a las nuevas generaciones y a la humanidad entera”.
Cheja Alfaro afirmó que la vida de Leopoldo Flores tendría que empezar a ser contada siempre en el aquí y en el ahora, a partir de las superficies que decidió intervenir: tela, roca, vidrio, madera, nieve, vegetación o cielo, al igual que las docenas de apuntes sobre cartulina o papel de servilleta.
En este tenor, subrayó que siempre iba más adelante que sus espectadores, críticos o cronistas, pues cuando ellos empiezan a maravillarse con el más reciente de sus alardes, la desbordada inventiva de Leopoldo Flores ya lo tenía embarcado en otros proyectos.
Resaltó que en el Palacio Legislativo se encuentra su magna obra “El hombre contemplando al hombre”, y que la intensa labor y la creatividad del destacado pintor mexiquense quedaron plasmadas en mil 200 metros cuadrados de los muros que componen el interior de este edificio, en su obra “El hombre luz” o “El hombre y el universo”, la cual representa el saber, la paz, y, en síntesis, el avance del hombre en todos los campos de la actividad humana: “enfrentar al hombre con el hombre”.
Indicó que el artista originario de San Simonito, Tenancingo, quien cumplió en enero pasado 82 años, y cuyo espíritu creador dejó su cuerpo el pasado domingo sumiendo en luto al Estado de México, desde temprana edad descubrió que el camino de la pintura era el que conduciría su vida.
Destacó entre sus obras el magno Cosmovitral, “Hombre y Cosmos”, considerado el más grande del mundo; un jardín botánico compuesto de 48 piezas que se extienden a lo largo de tres mil 200 metros cuadrados y cuya temática aborda la dualidad del Universo, la oposición entre el día y la noche, el bien y el mal, el hombre y la mujer, y que es, una obra que ha servido de identidad a Toluca y al Estado de México.
“El artista plástico denuncia con su obra los problemas sociales, lo caótico de la naturaleza humana como un vocero de su tiempo. Es constante en la obra del artista la representación del hombre. Sin embargo, su preocupación no fue la de pintar al hombre sólo en relación con sus iguales o con el ambiente natural, sino que plasma su parte negativa. Denuncia los problemas sociales, los que desembocan en una agresión del hombre hacia él mismo. Él fue también un hombre de pasiones, pero esa fuerza la transforma en artes y en expresiones de lucha”, subrayó.
El legislador subrayó que en la ciudad de Toluca se encuentra la parte más cuantiosa de su obra, que también reúne a lo más connotado del arte y cultura de nuestra entidad, por lo que la llamó, la Atenas Mexiquense.