Amecameca, Méx.- Derivado del confinamiento por la pandemia, los índices de suicidio entre jóvenes crecieron de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Estado de México se encuentran las cifras más altas.
Al respecto, el maestro en Gestión Directiva en Salud, Jorge Luis Ramos Ramos, destacó el papel importante que los padres de familia tienen en la observación de sus hijos cuando se presentan cambios de actitud, porque muchos suicidios se pudieron evitar de actuar a tiempo.
El suicidio, de acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas, es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, mientras que en México es la tercera causa de muerte para la juventud mexicana.
Mientras que en el Estado de México la tasa de suicidios ha reportado un incremento exponencial en la última década al aumentar su incidencia en un 55%, según datos del INEGI.
De acuerdo a lo informado, de 2010 al 2020, el índice de suicidio pasó de 537 a 832 casos en la entidad mexiquense, incremento registrado particularmente durante el durante el primer año de pandemia.
Jorge Luis Ramos detalló que el suicidio no es solo el acto de quitarse la vida, conlleva todo un proceso que se desconoce y que al reconocer los factores de riesgo podría prevenirse con la ayuda necesaria.
El confinamiento, el estrés, la violencia y la incertidumbre ante al futuro configuran la tormenta perfecta, dijo el especialista médico.
Para encontrar una solución es necesario realizar campañas informativas en escuelas ahora que han vuelto a las clases presenciales para concientizar a la población estudiantil sobre la prevención del suicidio y que sepan que no están solos o solas ante una situación de esta naturaleza, consideró.
Cuando el suicidio es intencional se procesa bajo diferentes etapas, desde llegar a tener pensamientos suicidas e ideaciones, gestos e intenciones de llegar a cometerlo, y finalmente, realizarlo.
La Organización Mundial de la Salud considera tres sentimientos relacionados con el suicido: el desamparo, relacionado con sentimientos de menosprecio hacia uno mismo; desesperanza, con respecto a las metas del futuro, y desespero, llegar a sentirse extremadamente mal.
Entre los factores de riesgo para cometer un suicidó, comentó, están trastornos mentales no atendidos, como depresión, esquizofrenia, incremento o inicio en el consumo de sustancias, pérdidas afectivas; abuso o violencia; desempleo, finalizó.