Por Julio Requena.
Dentro de su Tercer Informe de Gobierno, Enrique Peña Nieto resumió su plan para la segunda mitad del sexenio de la siguiente manera, pero deja más dudas que certezas para muchos de los mexicanos. Veamos:
1.- Impulsar nuevas leyes para fortalecer el Estado de derecho, complementarias del nuevo Sistema de Justicia Penal y a favor de los derechos humanos. La idea es simple, en México estamos llenos de un montón de leyes que ni se cumplen ni se aplican de manera igualitaria a todos, pues hay status de privilegios a los que no alcanza y hay mexicanos que su pobreza no les permite acceder al cumplimiento de las leyes. Cualquier jurista sabe que el Estado de Derecho surge del cumplimiento a cabalidad de las leyes, mientras esto no pase, sean 10 o sean mil no habrá fortalecimiento alguno.
Por lo que toca al nuevo Sistema de Justicia Penal ya ha probado que no puede con un simple fenómeno burocrático que es el rezago acumulado, es decir, no se da abasto y por lo tanto no hay justicia pronta ni expedita. Y los derechos humanos son violentados en primera instancia por las instituciones como son el Ejército, la PGR, las policías, e incluso por el IMSS y el ISSSTE.
2.- Concretar el Acuerdo Nacional para la Justicia Cotidiana. La segunda idea, es genial, solucionar los problemas por decreto –nótese la ironía-. Promulgar un documento nacional al que darle seguimiento antes que pasar a los hechos para convertir la injusticia social cotidiana en justicia cotidiana incrementando el patrimonio intangible de todos los mexicanos.
3.- Impulsar el desarrollo de las regiones con mayor rezago para combatir la pobreza y la desigualdad. Con ese fin se enviará al Congreso una iniciativa de ley de zonas económicas especiales. En resumen, atacar puntos álgidos del país que no han tenido solución en décadas, pero donde prevalecen los principales vicios: Chiapas, Oaxaca, y Guerrero.
Chiapas con un gobernador verde que ha sido cuestionado por gastar millones de pesos en promoción de su imagen personal, gastar millones de pesos en apoyos como despensas, mochilas y materiales que no han sacado adelante la productividad de los chiapanecos sino solo han fortalecido el asistencialismo.
Mientras que Guerrero y Oaxaca, con movimientos magisteriales de la CNTE que no han permitido el avance educativo.
Y una enorme duda sobre el término de “zonas económicas especiales”, sus orígenes y sus conceptualizaciones, porque Malinalco –donde hay muchas casas blancas-, también podría terminar siendo una de esas zonas ‘especiales’.
4.- Apoyaremos actividades productivas en zonas rurales de mayor marginación, para lo cual se incluirá en el proyecto de Presupuesto de Egresos 2016 un Programa de Apoyo a Pequeños Productores. En este punto, la duda natural es cuáles serán los beneficios de este programa y si tendrá participación la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que jubiló el régimen de pequeños contribuyentes, intenta convertir al comercio informal en formal y muchas de las acciones no se traducen en obras de gran impacto solo en sostenimiento para la nómina federal. Hasta el momento no hay un impulso a la conciencia de ser Contribuyente, es decir, pagar impuestos y exigir cuentas claras del destino final de los recursos.
5.- Pondremos en marcha la mayor renovación de infraestructura educativa en las últimas décadas, con una inversión de 50 mil millones de pesos, así como la emisión en la Bolsa Mexicana de Valores de Bonos de Infraestructura Educativa. Seamos realistas, de los 50 mil millones, si bien nos va, solo 15 mil serán reales para espacios educativos, el restante dinero se perderá entre las empresas constructoras, los compadrazgos y ‘moches’ para autoridades federales, estatales y municipales.
Así es y la razón es muy fácil de entender: la construcción de un aula de 5×5 está presupuestada de manera oficial en 230 mil pesos, por lo menos en el Estado de México, cuando cualquier familia con ese dinero, haría una casa de dos pisos en un terreno de 200 metros cuadrados, es decir, 10×20. ¿No sabrá esto el presidente de la República?
Con respecto de los bonos educativos, hay que clarificar que México desde 1978 emite CETES, es decir, Certificados de la Tesorería que compran personas físicas o morales a las que se les paga un jugoso interés, pero que dependen del crecimiento económico del país, cosa que va a la baja, pero también al estar sujetos a la Bolsa Mexicana de Valores pudieran ser sujetos a especulaciones. Y mi pregunta ignorante es: ¿Podrá el gobierno federal con dos bonos en la Bolsa de Valores? Porque uno estará sustentado en el crecimiento económico del país, ¿y el otro?, ¿en la mejora en la calidad educativa?
6.- Fortaleceremos la capacidad de niños y jóvenes para competir en un mundo cada vez más integrado y competitivo, que incluirá un programa nacional de inglés para alumnos de educación básica. Me recordó a Francisco Labastida Ochoa, ex candidato presidencial del PRI en el 2000 con la propuesta de inglés y computación para todos -posiblemente siga cobrando como asesor en Los Pinos, pero eso no justifica retomar la idea sin recursos-, pues hay escuelas que ni siquiera tienen paredes, (véase en Facebook/escuelasjodidasdeMéxico). Y las que tienen cursos de inglés y computación, los padres de familia dan cooperaciones a parte para sostener al maestro de inglés.
Un ejemplo rápido: En el Estado de México hay más de 23 mil escuelas públicas, eso implicaría contratar 23 mil maestros más y pagarles alrededor de 5 mil pesos mensuales, lo que redundaría en un gasto de 115 millones mensuales. Al año, se abren alrededor de mil 500 plazas para maestros egresados de las Escuelas Normales estatales; plazas que se concursan y se dejan fuera otros 500 docentes titulados, por falta de presupuesto y se justifica con el término ‘no idóneos’.
Pero bueno, a lo mejor la idea es mandarlos a estudiar inglés a Estados Unidos –nótese la ironía, nuevamente-.
7.- Renovaremos el impulso a la cultura del país, para lo cual se presentará una iniciativa para la creación de la Secretaría de Cultura. Traducción: crearemos un aparato burocrático capaz de absorber a los creadores más representativos, las ‘vacas sagradas’ y un esquema que pueda vender la idea de que se puede ser culto “sin dejar de ser ignorante” porque el acceso a la cultura no está garantizado para todos.
8.- Mantendremos la estabilidad macroeconómica para preservar el bienestar de las familias con una propuesta de Paquete Económico “responsable y realista”. Sin comentarios. Es posible que esta propuesta también se ajuste a la baja como ha sucedido con la expectativa de crecimiento económico.
9.- Se acelerará el desarrollo de infraestructura nacional, incluyendo al sector energético, con innovadores instrumentos financieros: se captarán más flujos de capital con el lanzamiento de una primera fibra y la inversión en energía, así como impulsarán los certificados de proyectos de inversión. Traducción: se venderá la fibra óptica al mejor postor y se permitirá la libre inversión en materia energética, pues así lo permite la reforma ya aprobada; posiblemente también se emitan “Tesobonos Energéticos”.
El riesgo al acelerar –dicen los mecánicos- es que se rompa el chicote; pero también se puede acelerar hacia atrás, pues hay que recordar que se ha desechado la construcción de la refinería en el estado de Hidalgo, por ser un proyecto del pasado gobierno panista de Felipe Calderón.
10.- El Gobierno se compromete con la austeridad presupuestaria, con estrictas medidas en ese sentido en la propuesta de Presupuesto de Egresos 2016. Obvio sería ilógico que, se asuma la reducción de salarios al 50 por ciento, por ser una propuesta de MORENA o de la izquierda, misma que no gobierna al país y solo nos tendremos que conformar con una reducción en el pago de viáticos, gasolina y teléfono de mandos medios hacia abajo.
En fin, ese es el panorama que ha dibujado el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en su mensaje alusivo al Tercer Informe de Gobierno y a la segunda parte del sexenio.