- Gran fiesta en el Estado de México por el próximo triunfo del candidato del Frente.
- Con un lleno absoluto en el campo de Béisbol Progreso Industrial exhibe fracaso de “ya saben quién” en Veracruz; no llenó ni la cancha, es como un equipo malo de futbol, dice.
Al encabezar uno de sus tres cierres de campaña en el Estado de México, el candidato de la Coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, dejó en claro que el próximo 1 de julio a Morena y a Andrés Manuel López Obrador “les vamos a meter una goliza”.
En Nicolás Romero, agradeció el apoyo que ha recibido de la ciudadanía, en contraste con el demostrado al candidato de Morena, quien anda “todo triste”, pues por la mañana quedó como los equipos malos de futbol: “esos que ya quieren que se acabe el partido, porque se están desmoronando. Saben que cada minuto que pasa les ganamos terreno y que el 1 de julio les vamos a meter una goliza”.
En el Campo de Béisbol Progreso Industrial, a tan sólo cinco días efectivos de campaña, reconoció el trabajo y propuestas que los candidatos a los diferentes cargos de elección han realizado, así como el de dirigentes y liderazgos.
En este marco, recordó los compromisos con las familias de Nicolás Romero: “vamos a sacar al PRI y vamos a recuperar la paz y la tranquilidad. Vamos a apoyar con recursos federales como nunca en la historia y vamos a resolver muchos problemas. Tenemos un problema grave, todavía, de agua potable aquí en el municipio. Vamos a resolverlo con voluntad, con trabajo y con los recursos que se necesitan”.
Finalmente, aseveró que ningún joven en México se quedará sin estudiar por falta de recursos y que el apoyo a los adultos mayores no tendrá precedente: “quiero hacer compromisos específicos con la gente de la tercera edad, con los jubilados, con quienes han trabajado toda su vida y gracias a quienes hoy estamos aquí, no los vamos a olvidar, vamos a triplicar el apoyo que hoy entrega el gobierno federal a los adultos mayores”.
Más tarde, Ricardo Anaya cerrará campaña en los municipios de Cuautitlán Izcalli y de Naucalpan, respectivamente, en el Estado de México.