Los migrantes no son sólo una población victimizada, son también un signo de esperanza, una luz que ilumina las diversas realidades que existen, no paran su caminar y lo hacen con esperanza, a pesar de las políticas contra la migración, aseguró el Padre José Alejandro Solalinde Guerra, Director del Albergue Hermanos en el Camino.Al participar en el foro “Los Migrantes y los Derechos Humanos”, organizado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, el activista indicó que ellos son algo más que una oleada de personas procedentes de países del sur de América, que salen de su lugar de origen en busca de un trabajo, de condiciones de vida más dignas y son un signo de cambio de una época.
Dijo que en estos momentos, el fenómeno vive una metamorfosis y las relaciones interpersonales tienen una visión fragmentada en la humanidad, que impiden darse cuenta de que todos somos una gran familia, con un mismo origen, subrayó.
Ante representantes de instituciones de educación superior, así como de los tres órdenes de gobierno, defensores municipales de derechos humanos, organizaciones de la sociedad, integrantes de los cuerpos de seguridad de la entidad y personal de la defensoría de habitantes, el ganador del Premio Nacional de Derechos Humanos en 2012, reconoció que aún existen instancias que vulneran los derechos de los migrantes, y por ello es necesario unir esfuerzos a su favor.
Reiteró que los migrantes son una esperanza y se les debe respetar, no sólo por ser un grupo vulnerable, sino por ser parte de la misma familia humana.
Por su parte, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Baruch Delgado Carbajal indicó que en la historia de la humanidad la migración ha sido una manifestación del ser humano de sobreponerse a la adversidad en la búsqueda de mejores oportunidades.
Destacó que la organización del foro “Los Migrantes y los Derechos Humanos”, es un área de oportunidad para hacer una reflexión sobre la importancia de respetar los derechos fundamentales de quien transita por México y el territorio del Estado de México.
Por su parte, la consejera Jurídica del gobierno estatal, Luz María Zarza Delgado, mencionó que el Estado de México tiene una gran presión migratoria, y cada día 700 nuevas personas llegar a vivir al territorio mexiquense.
Afirmó que se hacen esfuerzos por proteger a los migrantes, pero se presentan prácticas sociales como la discriminación, que es común ejercerla contra ese grupo.
Finalmente, el ombudsman mexiquense recalcó que con la promoción y difusión de los derechos fundamentales se combate cualquier acción u omisión que afecte la dignidad o los derechos de las personas en general.